Mediante un mensaje de audio publicado en sus redes sociales, el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, quien el 27 de enero culminó sus ocho años de mandato, comunicó que se entregará a la Policía y se pondrá a disposición judicial, luego de que en las últimas horas Estados Unidos pidiera su extradición por narcotráfico.
“Estoy presto y listo para colaborar y llegar voluntariamente con el acompañamiento de la Policía en el momento que el juez natural que designe la honorable Corte Suprema de Justicia así lo decida para poder enfrentar esta situación y defenderme”, expresó Hernández, de 53 años.
Según el documento emitido por un tribunal de Justicia de la ciudad de Nueva York, Hernández conspiró para recibir múltiples cargamentos con toneladas de cocaína enviadas a Honduras desde Colombia y Venezuela. Esta droga luego era enviada hacia Guatemala y desde ahí hacia su destino final, Estados Unidos.
Según informó el diario hondureño El Heraldo, de acuerdo a fuentes de la investigación, desde 2004, la conspiración transportó más de 500.000 kilos de cocaína a través de Honduras hacia Estados Unidos.
Los vínculos del exmandatario con el narcotráfico no eran un secreto para nadie en Honduras, pero según informaron medios locales, la situación de Hernández se comprometió por las declaraciones de dos conocidos narcotraficantes que actualmente son testigos protegidos de la Justicia de Estados Unidos: Devis Leonel Rivera Maradiaga, cabecilla del cartel Los Cachiros, y Alexander Ardón, exalcalde del municipio de El Paraíso, en el departamento de Copán.
En sus declaraciones a la Justicia estadounidense, ambos aseguraron haber aportado varios millones de dólares para financiar las campañas políticas de Hernández.
Además, la situación del expresidente se había debilitado mucho cuando en marzo del año pasado una corte federal del distrito neoyorquino de Manhattan condenó a cadena perpetua a su hermano, Antonio Hernández, sobre quien pesaban cuatro cargos que presentó el Departamento de Justicia de Estados Unidos relacionados con narcotráfico, incluyendo el envío de toneladas de cocaína a territorio estadounidense.