A un mes del comienzo de la invasión rusa a Ucrania, se desarrollará este jueves en Bruselas una cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en la que los representantes de los países integrantes de la alianza militar evaluarán acciones contra Moscú y para respaldar a Kiev.
Antes de partir hacia la capital belga, el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo ante la pregunta de un periodista que creía que la posibilidad de que Rusia utilice armas químicas en Ucrania “es una amenaza real”.
El mandatario estadounidense estará cuatro días en Europa, y además de participar en la cumbre de la OTAN –en la que participará en forma virtual el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski– estará en un encuentro de alto nivel de la Unión Europea, en otro del G7 y el viernes tiene previsto visitar Polonia.
El asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, dijo que Biden coordinará con sus aliados de la OTAN la asistencia militar para Ucrania, las nuevas sanciones contra Rusia y que además impulsará acciones a largo plazo para reforzar las defensas en varios países del este de Europa, donde varios jerarcas manifestaron ciertos temores de una agresión rusa.
De acuerdo a lo que informó el secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, los líderes del bloque aprobarán el establecimiento de cuatro nuevos batallones en Eslovaquia, Hungría, Rumania y Bulgaria, informó la agencia de noticias Efe. Además, la entidad le suministrará al Ejército ucraniano equipos para protegerse de posibles ataques químicos o nucleares. Al igual que Biden, el líder de la OTAN reconoció que la alianza está “preocupada por la posibilidad del uso de armas químicas o biológicas”, tras las “afirmaciones falsas” de Moscú de que Kiev estaba produciendo armamento químico. “Esta brutal agresión a Ucrania tendrá consecuencias para nuestra seguridad a largo plazo, es una nueva normalidad para nuestra seguridad, y la OTAN tiene que responder a esa nueva realidad”, agregó Stoltenberg.
“El primer paso es el despliegue de cuatro nuevos batallones”, lo que significa que la alianza tendrá en total ocho batallones multinacionales en el flanco oriental, “del mar Báltico al mar Negro”, explicó Stoltenberg, contando con los batallones que ya situó la OTAN en los tres países bálticos –Estonia, Letonia y Lituania– y Polonia tras la anexión rusa de Crimea en 2014.
Stoltenberg afirmó que estos nuevos batallones “estarán desplegados tanto tiempo como sea necesario”, ya tienen a la mayor parte de sus integrantes sobre el terreno. El ex primer ministro noruego dijo además que estos batallones serán “multinacionales”, porque contarán con un “importante componente de fuerzas de defensa nacionales”, pero también de aportaciones de otros aliados.
Se estima que con los envíos de tropas de las últimas semanas el número de soldados estadounidenses en Europa, muchos de ellos concentrados en países del este del continente, ronda los 100.000.
Combates, palabras y represalias
Al tiempo que las tentativas diplomáticas prosiguen, también lo hacen los combates entre ucranianos y rusos en varias ciudades del país.
En Kiev, según reportaron fuentes del Pentágono citadas por el diario británico The Guardian, la defensa de los ucranianos hizo retroceder al Ejército ruso. En la sureña ciudad portuaria de Mariúpol los combates siguen siendo encarnizados, mientras que alrededor de 100.000 civiles siguen sin poder salir de allí.
Otra ciudad que está pasando un momento muy difícil es Chernígov, en el norte de Ucrania. Las fuerzas rusas están cercando esta localidad en la que viven cerca de 300.000 habitantes y, entre otros insumos, están empezando a escasear las reservas de agua potable. Ante esto, las autoridades locales resolvieron el racionamiento de agua potable que se limitará a diez litros por persona por día.
En este marco, mientras sigue el éxodo de ucranianos hacia otros países europeos –según las últimas actualizaciones el número de personas que se fueron del país desde el comienzo de la invasión ronda los 3,7 millones–, el presidente Zelenski prosigue con sus contactos a nivel internacional con la finalidad de detener la guerra y este miércoles a última hora publicó un nuevo mensaje en su cuenta de Telegram.
“Todos debemos detener a Rusia. El mundo debe detener la guerra”, expresó el mandatario ucraniano. “Continúan los actos de terror contra personas pacíficas. Ya va un mes. Me rompe el corazón, el corazón de todos los ucranianos y de todas las personas libres del planeta. Por eso les pido que se opongan a la guerra”, sentenció.
Por su parte, desde Moscú el presidente ruso, Vladimir Putin, no ha manifestado por ahora en ningún momento la idea de que la ofensiva de sus tropas se detenga, pero se refirió a la realidad económica de su país y anunció represalias contra las sanciones impuestas a Moscú por países occidentales.
Según consignó la cadena RT, por decisión de Putin el gobierno ruso exigirá que los pagos que le hacen países europeos y Estados Unidos por su gas se haga únicamente en rublos. “No tiene sentido suministrar nuestros productos a la Unión Europea y a Estados Unidos y cobrar en dólares y euros”, declaró el mandatario durante una reunión con miembros del gobierno. “Por eso he decidido poner en marcha, lo antes posible, un conjunto de medidas para transferir el pago de nuestro gas natural suministrado a los llamados países no amigos en rublos rusos”, afirmó.
El mandatario ruso dijo también que tanto Estados Unidos como la Unión Europea dejaron de cumplir en principio sus obligaciones con Rusia. “Y ahora todo el mundo sabe que las obligaciones en dólares y euros pueden no cumplirse”, remarcó.