En una entrevista que concedió a la radio Súper Noticia de Belo Horizonte, el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva defendió que su compañero de fórmula para las elecciones de octubre sea Geraldo Alckmin, recientemente incorporado al Partido Socialista Brasileño (PSB), y dijo que en este momento sería contraproducente conformar una fórmula exclusivamente con integrantes del Partido de los Trabajadores (PT).

Cuando le preguntaron si no creía que era contradictorio que se uniera con Alckmin, quien fue rival suyo en las elecciones de 2006, Lula respondió que no, porque lo que busca la fórmula es una suma de fuerzas para reconstruir el país destruido por el presidente Jair Bolsonaro. Para Lula, la única contradicción de su parte sería, en este momento, construir una fórmula puramente con integrantes del PT.

“Sería contradictorio tener un candidato a vice del PT, porque sería una suma cero, seríamos nosotros con nosotros, lo que no agregaría nada a las expectativas electorales de la sociedad brasileña”, declaró quien fuera mandatario brasileño entre 2003 y 2010.

El mismo argumento utilizó para justificar las conversaciones que el PT sostiene con otros sectores, desde el centroderechista Partido Social Democrático hasta el izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL). “Somos conscientes de que es necesario recuperar al Brasil, que está destruido. Esa es la justificación de mi unión con Alckmin y con otros partidos, como PSB, PSOL, el Partido Verde, Solidaridad, y para el intento de hacerlo también con el PSD [Partido Social Democrático]”, explicó Lula en la entrevista que fue recogida por el portal Carta Capital.

El expresidente también minimizó la polarización trazada entre él y Bolsonaro en la contienda electoral que se celebrará el 2 de octubre. Según argumentó, ese factor siempre existió en la política, pero la diferencia ahora es únicamente el perfil del actual rival. “Esa palabra, ‘polarización’, no sé quién fue el genio que la inventó, porque no es apropiada, existe en cualquier disputa entre dos personas”, dijo. “Con el Partido de la Social Democracia Brasileña [PSDB] en varias elecciones hubo una polarización, pero una polarización digna, decente, sin odios ni noticias falsas. Ahora tenemos una polarización con un ciudadano que dice ocho mentiras por día, al que no le gusta la educación, no le gustan los negros, que no le gusta que las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres”, agregó.

Cuando se le preguntó si considera a Bolsonaro un oponente “más fácil” de derrotar, como afirmó a principios de esta semana en otra entrevista, Lula no reiteró esa apreciación y afirmó que él no eligió con quién competiría en las elecciones. “Yo no elijo un oponente. El presidente hoy tiene una fuerza política considerable y está manteniendo esa fuerza política”, respondió. “Entonces, si esta polarización persiste y llega a octubre, estoy seguro de que la población dará un golpe contra el fascismo y restaurará la democracia”.

También hablando sobre las elecciones y más específicamente sobre su exposición durante la campaña electoral, Lula reconoció que hay miembros de su equipo que están preocupados por su seguridad, pero afirmó que no tiene miedo de hacer la campaña de la misma manera que en ocasiones anteriores. “La elección puede ser peligrosa porque el candidato contrario es anormal. Su concepto de democracia es muy confuso. Pero estoy con el mismo estado de ánimo que en las otras elecciones. Voy a hacer campaña en la calle, abrazando a la gente y, si Dios quiere, voy a ganar las elecciones. Entonces, no me preocupa eso, pero sé que hay gente que sí lo está”, expresó el líder del PT.