En una entrevista que concedió al conglomerado de medios O Liberal, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, desacreditó los porcentajes que muestran las encuestas, que en todos los casos lo dan perdiendo en las elecciones del 2 de octubre contra el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, quien será el candidato del Partido de los Trabajadores (PT).
Bolsonaro dijo este lunes que si se confirman los números que dan las encuestas, entonces la elección habrá sido fraudulenta. “Nadie cree en las encuestas, a menos que estén atadas a un posible fraude por adelantado. Esperamos que no haya fraude y trabajemos para que ello no suceda”, afirmó el excapitán, quien será candidato por el Partido Liberal, al ser consultado sobre el tema, de acuerdo a lo que consignó el portal Carta Capital.
Minutos antes de la entrevista, una nueva encuesta realizada por el Instituto Ipespe con datos del estado de San Pablo, el principal distrito electoral del país, mostró que Bolsonaro perdería allí frente a Lula. En total, Bolsonaro tendría 30% de las intenciones de voto, frente al 34% del líder petista. Estos números mostraron un crecimiento de 4 puntos porcentuales del actual mandatario en San Pablo. La última encuesta a nivel nacional, que había sido publicada la semana pasada y elaborada por la consultora Quaeste, marcaba que Lula iba adelante con 45% de las intenciones de voto frente al 31% de Bolsonaro. Al igual que en la encuesta de San Pablo, el presidente también aumentó en este sondeo 5 puntos porcentuales. El incremento en la intención de voto para Bolsonaro se explica en ambos casos por la retirada del exjuez Sérgio Moro, quien la semana pasada anunció que no se presentará como candidato a la presidencia.
“Todo indica que [en la segunda vuelta] estaremos Lula y yo”, evaluó Bolsonaro, una declaración en la que el mandatario también aludió brevemente a la confirmación de la fórmula opositora, que tendrá como candidato a la vicepresidencia al exgobernador de San Pablo Geraldo Alckmin, quien desde hace algunas semanas está afiliado al Partido Socialista Brasileño.
Durante la entrevista Bolsonaro afirmó que durante su gobierno y en cumplimiento de una de las promesas que había hecho durante la campaña electoral de 2018, se había “terminado la corrupción en el país”, aunque los hechos parecen demostrar lo contrario. A fines de marzo presentó su renuncia como ministro de Cultura Milton Ribeiro, a quien se acusaba de mantener un gabinete paralelo en el que pastores pentecostales gestionaban el destino de recursos de la cartera.
A esto se suma que en las últimas horas trascendió la noticia de que el gobierno está analizando pedir la renuncia del jefe de Gabinete, Ciro Nogueira, miembro del partido derechista Progresistas, uno de los sectores que forman la base de apoyo de Bolsonaro en el Congreso. Según informó Folha de São Paulo, el jerarca habría utilizado el Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación (FNDE) para beneficiar a miembros de su partido. De acuerdo a la información a la que accedió el diario paulista, “desde el Palácio de Planalto se está mostrando preocupación por el desgaste del jefe de Gabinete, Ciro Nogueira. El domingo, allegados al presidente Bolsonaro evaluaron que la revelación de un esquema de escuelas falsas que tienen como base el FNDE amenaza la permanencia del ministro en el gobierno y tiene un potencial corrosivo para la estrategia de la campaña por la reelección del presidente, que se centra en el debate de la corrupción”.
Según se informó, con la aprobación del FNDE, organismo que depende del jefe de Gabinete, diputados del partido Progresistas decían en giras por el país que se estaban obteniendo fondos para la construcción de 2.000 nuevas escuelas y guarderías; al parecer, las unidades educativas no se habrían construido, pero el dinero para ello sí habría salido de las arcas del Estado.
Ante la noticia, el Tribunal de Cuentas Federal pidió la apertura de una investigación sobre el caso, aunque durante la entrevista que concedió este lunes Bolsonaro minimizó la cuestión. “Nos acusan de sospecha de corrupción”, manifestó. “Nosotros no hacemos nada malo. Si por casualidad aparece algo, colaboramos con la investigación, pero hasta ahora no ha aparecido absolutamente nada”, insistió el presidente. Nogueira, por su parte, se defendió también de las acusaciones. El ministro aseguró que la corrupción en el actual gobierno sólo sería “virtual”.