En el mapa electoral que dejó la segunda vuelta de las elecciones francesas, muchas regiones se despegan de los porcentajes generales, en los que el presidente Emmanuel Macron fue reelecto con 58% de los votos y la ultraderechista Marine Le Pen alcanzó el 41,5% de los apoyos.

En París, donde vive una población más cosmopolita y con ingresos más altos que en otras regiones, el presidente francés alcanzó 81,1% de los votos, y Le Pen apenas 14,9%, según datos oficiales recogidos por la agencia Efe. A su vez, en Île de France, la región donde se encuentra la capital francesa, y donde viven 12 de los 67 millones de habitantes del país, la votación de Macron también fue muy superior al promedio nacional y llegó a 73,02%.

También en otras grandes ciudades Macron arrasó en votos. En Nantes obtuvo 81,15%, en Burdeos llegó a 80,06%, en Lyon 79,8%, en Estrasburgo 77,85 y en Toulouse 77,48%. En ciudades de regiones como la mediterránea, donde Le Pen tiene un mayor peso electoral, también ganó Macron, pero con porcentajes menores. El presidente de 44 años obtuvo 59,84% de los votos en Marsella y 55,39% en Niza.

Le Pen, en cambio, ganó en zonas rurales y también en los territorios de ultramar. En una región obrera como la fronteriza con Bélgica de Hauts de France, la líder de la ultraderechista Agrupación Nacional ganó con 52% de los votos. Lo mismo pasó en Provenza Alpes Costa Azul, una zona reticente a la inmigración, donde Le Pen obtuvo 50,48% de apoyo. La dirigente ultraderechista también ganó en Córcega, donde hay un fuerte impulso nacionalista y una amplia insatisfacción con las promesas de autonomía no concretadas por Macron en su primer período de gobierno.

Según un sondeo de Ipsos, los obreros y desempleados son quienes más votaron a Le Pen. La dirigente obtuvo 56% de los votos entre quienes ganan menos de 1.250 euros mensuales. En cambio, Macron arrasó entre quienes tienen al menos tres años de estudios superiores y quienes ganan más de 3.000 euros mensuales.

También de acuerdo con Ipsos y Efe, los votantes más jóvenes, los de 18 a 24 años, se inclinaron por Macron en 61%, y los mayores de 60 años también le dieron un amplio apoyo. El presidente francés obtuvo 59% de respaldo de los votantes de 60 a 69 años, y 71% de los mayores de 70.

Otro dato que dejaron estas elecciones es el de una alta abstención, de más de 28% del padrón. Según informó Radio Francia Internacional, si se toma en cuenta ese dato y el de votos blancos y anulados, Macron fue votado por 38% de los habilitados.

Entre elecciones

Pese a las diferencias, en términos generales la ultraderecha avanzó con respecto a elecciones anteriores. Según repasó Le Monde, en 2002 el Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen recibió 17,79% de los votos en segunda vuelta. Volvió a pasar a esa instancia en 2017, con Marine Le Pen como candidata, y obtuvo 33,9%, y esta vez llegó a 41,46%.

“El enojo que ha llevado a muchos de nuestros compatriotas a votar por la extrema derecha también debe encontrar una respuesta”, dijo Macron en su discurso frente a seguidores después de conocer los resultados de las elecciones. También se dirigió a quienes lo votaron “para oponerse a la extrema derecha” y dijo que esos votos lo “comprometen para los próximos años, en particular para respetar las diferencias”.

La próxima instancia electoral en Francia son las elecciones legislativas del 12 y el 19 de junio. Allí se juegan las mayorías legislativas que le permitirían a Macron llevar adelante sus políticas. Actualmente el presidente cuenta con una mayoría que componen su partido, La República en Marcha, con 267 de 577 diputados, el centrista Modem, con 57, y el grupo Agir Ensemble, con 22.