Cuando se vota un presidente en segunda vuelta hay que abandonar “el fantasma de la pureza”, porque “no hay nadie que piense exactamente como yo”, dijo en una entrevista con el canal France 5 el presidente francés, Emmanuel Macron, que el domingo competirá en balotaje con la ultraderechista Marine Le Pen. Los dos candidatos llaman a quienes votaron a otros postulantes en la primera vuelta electoral a apoyar su propuesta. “La democracia es fruto de consensos”, dijo Macron, y agregó que en segunda vuelta se elige al candidato que uno considere más cercano a sus ideas “o se elimina” al que esté más alejado, según citó la agencia Efe.

En esas declaraciones Macron se dirigió a aquellos votantes que están indecisos o determinados a abstenerse y les dijo que recuerden lo que pasó en el referéndum del brexit, cuando muchos británicos se abstuvieron de participar en la consulta y abrieron paso a la salida de Reino Unido de la Unión Europea. “Piensen en lo que decían los ciudadanos británicos unas horas antes del brexit o en Estados Unidos antes de la votación por [Donald] Trump: ‘No voy a ir, ¿qué sentido tiene?’. Puedo decirles que al día siguiente se arrepintieron”, dijo el mandatario a France 5.

También el candidato que quedó tercero en la primera vuelta, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, les habló a quienes piensan abstenerse en la segunda y les dijo que “el voto es un deber”, y que hay que tener en cuenta que “a 2.000 kilómetros de aquí la democracia está siendo bombardeada”, haciendo referencia a la guerra en Ucrania. Mélenchon llamó a no darle ni un voto a Le Pen, aunque no pidió expresamente el apoyo a Macron.

Por su parte, Le Pen llama a todos los franceses a unirse “contra un nuevo quinquenio de desolación social y deconstrucción nacional” con Macron en el gobierno.

Las últimas encuestas colocan a Macron en primer lugar en esta contienda, con una diferencia de 2% a 10% frente a Le Pen. Los sondeos que le dan la mayor ventaja al presidente le adjudican 55% de intención de voto, mientras que atribuyen un respaldo de 45% a la líder de Agrupación Nacional. Se trata de una ventaja mucho menor que la que alcanzó el actual presidente en las elecciones pasadas, cuando también en la segunda vuelta le ganó a Le Pen 66% a 34%.

Discursos adaptados

Le Pen profundizó en estos días su política de moderar su discurso extremista durante la campaña. Por ejemplo, matizó su propuesta de prohibir el velo islámico en público. “No es una prioridad, pero es un objetivo”, declaró públicamente uno de sus principales colaboradores, Jordan Bardella, presidente provisional de su partido, Agrupación Nacional. “No lo haremos mañana por la mañana”, aclaró. La propia Le Pen reconoció que esa propuesta es polémica y dijo que sería discutida en el Parlamento como un proyecto de ley.

Al mismo tiempo, la candidata acusó a Macron de actuar con indiferencia ante el aumento de los precios de la energía y de los alimentos que se está registrando en Francia, y lo presentó como integrante de un sistema político al que ella no pertenece. “Tenemos la posibilidad de salir de un sistema que se perpetúa desde hace 30 años. Es normal que el sistema trate de defenderse de la forma más brutal posible, con anatemas, difamaciones e injurias”, dijo Le Pen al recorrer un mercado en la zona de Provenza, en el sureste del país. Allí fue recibida con gritos de “racista” pero también con saludos de parte de sus partidarios.

En esta campaña electoral, Le Pen también se comprometió a mantener el matrimonio entre personas del mismo sexo, así como un régimen de seguro de paro para trabajadores temporales que suele cubrir al sector de la cultura.

A su vez, Macron se ha mostrado abierto a incorporar ideas de otros partidos para su eventual segundo mandato, y prometió subir las jubilaciones en 4% y aumentar los sueldos de los funcionarios para compensar el impacto de la inflación, que se volvió uno de los temas centrales de la campaña. Su gobierno anunció que en mayo el salario mínimo aumentará 2,65% para ajustarlo a la inflación.

Además, según informó Radio France International, Macron dio marcha atrás con su propuesta de subir la edad de jubilación de 62 a 65 años. Al día siguiente a la primera vuelta dijo estar dispuesto a aumentarla sólo a 64 años.

Este miércoles los dos candidatos se verán en un debate televisado, tal como lo hicieron hace cinco años, cuando se enfrentaron por primera vez en un balotaje. Le Pen admitió días atrás que aquella instancia de 2017 fue “el mayor fracaso” de su carrera política, y sus colaboradores señalan que la dirigente “trabajó mucho” para este nuevo mano a mano.