El gobierno español destituyó este martes a Paz Esteban, la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), quien debió dar explicaciones días atrás por el caso de espionaje con Pegasus a independentistas catalanes y vascos. Después de ese escándalo, que llevó a los partidos independentistas a reclamar que se asumieran responsabilidades, se supo también que habían sido espiados con ese sistema los teléfonos del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y de sus ministros de Defensa e Interior.

En conferencia de prensa, la ministra de Defensa, Margarita Robles, dijo este martes que Esteban no fue “destituida” sino “sustituida” por Esperanza Casteleiro, que es una funcionaria de su mayor confianza. Afirmó también que Esteban “lleva casi 40 años dedicando su vida profesional al CNI” y que lo hizo “con muchas renuncias en lo personal y familiar para hacer que podamos tener un margen de seguridad”. Agregó que “es evidente que la seguridad completa no existe. Tenemos una serie de amenazas, cada vez mayores”.

Sobre el espionaje a dirigentes independentistas, afirmó que “los ciudadanos de España tienen derecho a saber” y que espera “que algún día se desclasifiquen para que vean que se actúa dentro de la legalidad”. Ante una comisión del Congreso, Esteban había reconocido días atrás que el CNI había espiado a unos 20 dirigentes independentistas catalanes, pero que lo había hecho con la autorización judicial que se requiere legalmente.

“Lo que me dejaría más tranquilo es que en este país no se espiara a la gente porque no te guste”, dijo este martes el portavoz parlamentario del partido independentista Esquerra Republicana de Catalunya, Gabriel Rufián, que consideró “lógica” la destitución de Esteban.