El domingo fue la última vez que se supo de Dom Philips, un periodista británico que colaboraba con The Guardian, y Bruno Araujo Pereira, un experto de la agencia gubernamental de asuntos indígenas de Brasil (Funai) y reconocido defensor de los derechos de estas comunidades. Ambos desaparecieron luego de adentrarse en el Valle de Javari, una remota zona selvática de la Amazonia, cercana a la frontera con Perú y Colombia, que alberga el mayor número de indígenas no contactados del mundo, y últimamente terminó siendo una base para bandas de contrabando de cocaína y cazadores ilegales.
Este miércoles un tribunal federal brasileño ordenó al gobierno que intensifique inmediatamente sus esfuerzos de búsqueda con helicópteros, barcos y equipos de búsqueda en una vasta reserva indígena, informó la agencia Reuters.
Mientras tanto, la Policía brasileña, que investiga la desaparición, detuvo el martes por la noche a un hombre acusado de posesión de armas. El hombre detenido fue identificado como Amarildo da Costa, conocido como Pelado, y era buscado por haber hecho varias amenazas contra los indígenas que habitan en la región, según estableció la Policía Civil del estado de Amazonas y consignó Efe.
Este es el quinto hombre interrogado por la Policía Civil en este caso, pero es el primero considerado sospechoso, ya que los demás participaron como testigos por ser de las últimas personas que lo vieron con vida.
Guilherme Torres, jefe del departamento de interior de la Policía Civil del estado de Amazonas, dijo a Reuters que todavía no estaba claro si se había producido un crimen, y que los dos hombres podrían estar perdidos. Pero destacó que el investigador había recibido recientemente una carta amenazante de un pescador, ya que solía enfrentarse con regularidad con quienes saqueaban las poblaciones de peces protegidas, mientras que el periodista ya había sido amenazados por su trabajo sobre temas de medioambiente.
Diversos actores piden intensificar la búsqueda
La desaparición de los hombres, que llevaban años trabajando en la zona del río Amazonas, ha despertado sospecha y preocupación, sobre todo por la falta de apoyos logísticos en la búsqueda. Tres grupos de la región defensores de los derechos indígenas aseguraron en una nota conjunta que sólo estaban actuando seis policías del estado, y pidieron al gobierno más recursos, como helicópteros, que hasta el martes no habían sido enviados.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo en una entrevista con la cadena SBT News que “dos personas en una embarcación, en una región como aquella, completamente salvaje, es una aventura que no es recomendable hacer. Puede pasar cualquier cosa. Puede ser un accidente, puede que hayan sido ejecutados”, dijo, y agregó que espera que “sean hallados pronto”.
La filial brasileña del Fondo Mundial para la Naturaleza emitió un comunicado en el que señalaba que el gobierno “tardó mucho en actuar” para movilizar la búsqueda y advirtió que “la Amazonia se está volviendo una tierra sin ley”. Por otra parte, la Sociedad Interamericana de Prensa exhortó a las autoridades a “atender con urgencia” la desaparición de ambas personas.