La detención de Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), agudizó el conflicto que mantiene esa organización con el gobierno que preside Guillermo Lasso. Este martes, la Conaie llamó a “radicalizar” la protesta que comenzó el lunes y que fue declarada como una movilización nacional y por tiempo indefinido.
Iza había anunciado el domingo que la protesta comenzaría debido a que se habían agotado las instancias de diálogo con el gobierno. Los manifestantes exigen que se reduzca y luego se mantenga el precio de los combustibles, que se apliquen precios “justos” en los productos del campo, que aumente el empleo y que se respeten los derechos laborales.
Otras demandas consisten en que no se privaticen sectores estratégicos del Estado, que se asigne mayor presupuesto para la salud y la educación, y que se restrinjan en el territorio las actividades extractivas mineras y petroleras, informó la agencia Efe. La Conaie también reclama “frenar la ola de violencia, sicariato, delincuencia, narcotráfico, secuestro y crimen organizado que mantiene en zozobra a Ecuador”, y que ha llevado al gobierno a decretar un estado de excepción en tres provincias: Guayas, Esmeraldas y Manabí.
A su vez, otros reclamos son específicos de los pueblos indígenas, como la educación intercultural bilingüe y la consulta libre, previa e informada en asuntos que los afectan.
En octubre de 2019, cuando el presidente era Lenín Moreno, y en respuesta a un decreto que eliminaba los subsidios a la nafta, la Conaie lanzó una movilización que paralizó al país por diez días e incluso obligó al Ejecutivo a cambiar por unos días su sede de Quito, epicentro de las protestas, a Guayaquil. La represión y los enfrentamientos dejaron decenas de muertos y más de 1.500 heridos.
Esta vez, el gobierno de Guillermo Lasso llamó al diálogo y pidió a los manifestantes que expresaran “sus opiniones de manera pacífica, en el marco del orden público, el respeto a la Constitución y el Estado de Derecho”. Pero el ministro del Interior, Patricio Carrillo, fue más confrontativo en su cuenta de Twitter: “La movilización o manifestación anunciada, en la práctica, es una semana de carreteras y pozos petroleros bloqueados, secuestros de policías y militares, saqueos, etc. Lo disfrazarán de lucha social para provocar victimizarse. ¿Quién se beneficia de otra protesta sin límites?”.
Iza consideró el sábado que era “muy grave” que Carrillo “desde ya” anunciara “la represión que hará con la población civil” y señaló que el derecho a la protesta está garantizado por la Constitución.
El dirigente fue detenido en la madrugada del martes por la policía, mientras transitaba en un vehículo en la provincia andina de Cotopaxi, en el centro del país, y por varias horas se desconoció su paradero, según denunció la Conaie. Finalmente, se informó que estará en detención en una cárcel de esa provincia y que allí será juzgado. Los delitos que se le atribuyen a Iza son “rebelión” y “paralización de servicio público”, según informó el diario ecuatoriano El Comercio. Otras cuatro personas fueron arrestadas por las protestas.
Según la policía, Iza fue detenido por dar instrucciones para bloquear carreteras y otros servicios públicos en el marco del paro nacional al que convocó la Conaie. El presidente de la Conaie “dirigía e impulsaba acciones para el recrudecimiento y radicalización de la violencia”, manifestó el Ministerio del Interior.
Poco después del arresto de Iza, Lasso informó que se había “iniciado la detención de los autores intelectuales y materiales” de los actos violentos que se produjeron durante el primer día de protestas, cuando fue incendiado un vehículo de la policía y hubo bloqueos de carreteras. “Ahora le toca a la Fiscalía y al Poder Judicial actuar, porque nadie está por encima de la ley. Los ecuatorianos no podemos ser víctimas de vándalos que sólo quieren provocar el caos”, afirmó Lasso.
La vicepresidenta de la Conaie, Zenaida Yasacama, manifestó que el de Lasso “no es un gobierno que esté dispuesto a escuchar al pueblo” y agregó: “Llamamos a nuestras estructuras organizativas a radicalizar la lucha a nivel nacional en defensa de nuestra agenda y de nuestro máximo representante”. También llamó a actuar “a los organismos internacionales frente a esta grave vulneración de los derechos humanos y de la protesta social”.
Por su parte, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana, Marlon Vargas, rechazó “la detención arbitraria, ilegal e ilegítima” de Iza, reclamó su “liberación inmediata” y llamó al “levantamiento indígena” de las comunidades de las regiones amazónicas.