El Partido Socialista Obrero Español rechazó junto con el Partido Popular, Vox y Ciudadanos reformar el reglamento del Congreso para que puedan utilizarse las lenguas cooficiales que existen en España en toda la actividad parlamentaria.
La propuesta de ley no aprobada había sido presentada conjuntamente por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Grupo Plural, que nuclea a otros partidos regionales con representación en el Parlamento. De acuerdo a lo que informó la cadena pública vasca EITB, durante el debate, diputados catalanes, vascos, gallegos y valencianos se expresaron en sus lenguas maternas ante la presidencia del Congreso, y aunque se les permitió hacerlo durante algunos minutos, a la mayoría se les retiró el uso de la palabra.
La diputada de ERC, Montserrat Bassa, abrió el debate inicialmente en castellano manifestando que es una anomalía que en un mismo país se imponga el castellano y no se pueda dar una conferencia en la lengua materna, e inmediatamente después describió en catalán la “hipocresía de una España plural donde sólo existe la España castellana”, informó el portal Público.
El vicepresidente primero de la Mesa del Congreso, el socialista Alfonso Rodríguez de Celis, llamó en dos ocasiones la atención a la diputada catalana, que finalmente cortó su alocución. Luego la situación se repitió con los diputados catalanes de Junts per Catalunya y la Candidatura de Unidad Popular y con los gallegos del Bloque Nacionalista Galego (BNG), que prosiguieron hablando en el pleno del Congreso en sus propias lenguas.
“Haga un uso lógico y sensato de su lengua, pero para que todos le podamos entender le ruego que utilice el castellano en su intervención”, le pidió Rodríguez de Celis al portavoz del BNG, Néstor Rego, argumentando que él como andaluz no comprendía el gallego. En este contexto, los soberanistas denunciaron ante todos los legisladores en sus propias lenguas que existe una “supremacía” del castellano y una “intolerancia” y que “la España plural no existe”.
La diputada Mertxe Aizpurua, integrante del sector izquierdista vasco EH Bildu, criticó el hecho de que las lenguas cooficiales sean “invisibles” y que en el Congreso únicamente se acepten frases cortas en dichos idiomas, mientras que el diputado catalán Ferran Bel dijo que lo normal sería que en el Congreso existiera traducción simultánea “y estaríamos todos contentos”.
“No hacerlo es no aceptar que están viviendo en un Estado plurinacional, y si alguno piensa que hablar catalán, euskera u otras lenguas ya se puede hacer en el Senado, yo les digo que es un error. Convertir el Senado en una cámara folclórica no le hace ningún favor”, remarcó.
Desde el PNV, el diputado Joseba Aguirretxea criticó en castellano y también en euskera a los “que dicen que son lenguas españolas y no hacen nada para que lo sean” porque les puede el instinto de “prevalencia del castellano”. En su intervención, el legislador vasco fue más allá y dijo: “Es mentira lo del plurilingüismo, nunca lo han creído y nunca lo creerán. En el fondo hay un miedo a lo diverso”.
Aguirretxea, aludiendo al poder central español, manifestó que quienes rechazan la existencia de un país plurinacional “caen en una contradicción, porque su desprecio es proporcional a su imposición”.
“Pasa lo mismo en los proyectos políticos y en la configuración del Estado”, agregó el portavoz del PNV, quien finalizó diciendo: “No nos quieren dentro y no nos dejan estar fuera. Ese es el resumen”.