La Corte Suprema estadounidense anuló este jueves una ley del estado de Nueva York que dificultaba la obtención de un permiso para portar un arma de fuego fuera del hogar, marcando la primera opinión importante de los jueces sobre los derechos de la Segunda Enmienda en más de una década.
Según informó el portal The Hill, es casi seguro que la decisión de invalidar la ley de Nueva York que tuvo seis votos a favor y tres en contra hará que restricciones similares sean inconstitucionales en otros estados que tienen legislaciones similares, como California, Hawái, Maryland, Massachusetts, Nueva Jersey y Rhode Island.
El fallo tomado por el tribunal marcó claramente las posiciones ideológicas dentro del organismo: los seis jueces conservadores votaron a favor de derogar la ley de Nueva York, y los tres integrantes progresistas del cuerpo lo hicieron en forma negativa. Uno de los jueces conservadores, Clarence Thomas, dijo que la Segunda Enmienda a la Constitución protege “el derecho de un individuo a portar un arma de fuego para defensa propia fuera de su hogar”.
La ley de Nueva York ahora abolida requería que los solicitantes de permisos de portación de armas demostraran una necesidad especial para obtener una licencia, más allá de su deseo de tener el arma para defensa propia. Al anular la ley, los conservadores de la corte dictaminaron que el llamado requisito de causa justificada impedía que “los ciudadanos respetuosos de la ley con necesidades ordinarias de autodefensa ejerzan su derecho a poseer y portar armas”.
“No conocemos ningún otro derecho constitucional que un individuo pueda ejercer sólo después de demostrar a los funcionarios del gobierno alguna necesidad especial”, escribió el juez Thomas en el dictamen. “Así no es como funciona la Primera Enmienda cuando se trata de discursos impopulares o el libre ejercicio de la religión. No es así como funciona la Sexta Enmienda cuando se trata del derecho de un acusado a confrontar a los testigos en su contra. Y no es así como funciona la Segunda Enmienda cuando se trata de portación pública para defensa propia”.
El amplio alcance del fallo equivale a una revisión completa de la doctrina de la Segunda Enmienda de la corte y se espera que cuestione una amplia gama de otras leyes de armas, según expresaron expertos legales.
Los tres jueces progresistas de la corte acusaron a la mayoría conservadora de no considerar “las consecuencias potencialmente mortales de su decisión”. Uno de estos magistrados, Stephen Breyer, argumentó que durante 2022 la violencia armada se cobró un número significativo de vidas en Estados Unidos. “Sólo desde el comienzo de este año ya se reportaron 277 tiroteos masivos, un promedio de más de uno por día”, expresó Breyer.
También el presidente estadounidense, Joe Biden, se manifestó sobre la sentencia de la Corte Suprema y afirmó estar “profundamente decepcionado”.
El fallo del jueves se produjo en un momento particularmente sensible, después de que recientes tiroteos masivos, como los ocurridos en un supermercado de la ciudad de Búfalo, en el estado de Nueva York, y el ocurrido en una escuela primaria de Uvalde, en Texas, reavivaran el debate sobre cómo equilibrar el derecho constitucional a portar armas con las preocupaciones de los estadounidenses por la seguridad personal en un país con más de 390 millones de armas de fuego de propiedad privada.
El caso que dio lugar a la decisión de este jueves de la Corte Suprema surgió después de que a dos residentes de Nueva York se les negaran licencias de portación sin restricciones. Respaldados por un afiliado de la Asociación Nacional del Rifle, los solicitantes demandaron a los funcionarios encargados de otorgar licencias y, después de perder en los tribunales inferiores, presentaron su apelación, finalmente exitosa, ante el máximo tribunal del país.