La guerra que se desencadenó hace casi 100 días, cuando las tropas rusas invadieron territorio ucraniano, parece tener en los hechos un destino claro –una victoria militar de Moscú–, si bien queda por saber cómo quedará configurado el mapa de Ucrania luego de las concesiones territoriales que necesariamente tendrá que hacer Kiev dado el terreno que han ganado, no sin dificultades, sus vecinos y enemigos.
En este momento la ofensiva rusa sigue concentrada en la ciudad de Severodonetsk, la ciudad más grande de la región de Lugansk, en el Donbás, que aún sigue bajo control ucraniano, aunque, según reconoció el gobernador regional Serhi Gaidai en declaraciones a la cadena Sky News, los rusos ya controlan 70% de la zona y la situación es “ultracomplicada”.
El funcionario agregó que los combates en las calles de la ciudad eran muy intensos y agregó que los persistentes bombardeos de la artillería rusa amenazan la vida de los aproximadamente 13.000 civiles que aún se refugian en la ciudad, hoy completamente en ruinas, pero que hace apenas algunas semanas era el hogar de aproximadamente 100.000 habitantes. Los trabajos para intentar evacuar de la zona a la población tuvieron que detenerse debido a los bombardeos. “Hay víveres para varios días más, pero el tema es cómo distribuirlos”, agregó Gaidai.
El avance de las fuerzas de Moscú en Severodonetsk es elocuente y ello quedó evidenciado horas antes de estas declaraciones de Gaidai, cuando otras autoridades regionales expresaron que los rusos tenían bajo su dominio la mitad de este territorio en disputa. Pero los bombardeos rusos también están alcanzando otras zonas del Donbás; este martes se informó que al menos tres personas murieron y otras seis fueron heridas en un nuevo ataque con misiles sobre la ciudad de Sloviansk, ubicada en la región de Donetsk.
La situación actual en Severodonetsk es bastante similar a la que se vivió durante varias semanas en Mariúpol, aunque, al igual que en el caso de esta última localidad, la suerte parece estar definitivamente echada y la conquista total de la ciudad por parte de las fuerzas rusas es inminente.
Hablando de Mariúpol, autoridades rusas comunicaron que el martes partió desde el puerto el primer barco desde que las tropas de Moscú se hicieron con el control de la ciudad. De acuerdo a lo que escribió en su cuenta de Telegram Denis Pushilin, el presidente de la República Popular de Donetsk –entidad de facto que es reconocida por el gobierno de Vladimir Putin–, 2.500 toneladas de rollos de acero laminado partieron desde Mariúpol con destino a la región rusa de Rostov.
Sanciones europeas, propaganda rusa e inseguridad alimentaria africana
Este martes, en el marco de una conferencia de prensa que ofreció en Kiev junto a la presidenta eslovaca, Zuzana Caputova, el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, se mostró conforme con la aprobación del sexto paquete de sanciones de la Unión Europea (UE) contra Rusia, aunque mostró ciertas críticas al bloque por considerar “inaceptable” el retraso con el que se llegó al acuerdo que, según recordó El País de Madrid, implica un embargo parcial y no total sobre la compra de petróleo ruso por parte de los países que integran el bloque comunitario. “Cuando pasaron más de 50 días entre el quinto y el sexto paquete de sanciones, la situación no es aceptable para nosotros”, manifestó Zelenski.
Pero uno de los daños colaterales más fuertes que está conllevando la guerra entre Rusia y Ucrania es el bloqueo del gobierno de Moscú a la salida hacia el resto del mundo, principalmente África, de los cereales producidos en territorio ucraniano, uno de los principales exportadores mundiales en el rubro.
Sobre este punto, el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, escribió el martes en su cuenta de Twitter que el gobierno de Putin está jugando a los “juegos del hambre con el mundo, bloqueando las exportaciones de alimentos de Ucrania con una mano y tratando de echarle la culpa a Ucrania con la otra. Ucrania está trabajando en una operación internacional dirigida por las Naciones Unidas (ONU) con otros socios para garantizar una ruta comercial sin riesgos de seguridad”.
El gobierno de Zelenski dice que el bloqueo de sus puertos por Rusia le impide exportar 22.000 millones de toneladas de granos, y que esto está empeorando una crisis alimentaria global a la que también contribuye el aumento del precio de los insumos agrícolas por la guerra.
De acuerdo a lo que informó la cadena panárabe Al Jazeera, el presidente de la Unión Africana, el senegalés Macky Sall, advirtió a los líderes de la UE que su decisión de dejar a la mayoría de los bancos rusos por fuera del sistema de mensajería financiera Swift corre el riesgo de perjudicar el suministro de alimentos a su continente. El mandatario de Senegal dijo que “cuando se interrumpe el sistema Swift, significa que incluso si los productos existen, el pago se vuelve complicado, si no imposible”.
La ONU manifestó que los países africanos están entre los más afectados por esta situación, ya que importaron de Ucrania y Rusia 44% de los granos que consumieron entre 2018 y 2020.
En un intento de desbloquear la situación y así ganar puntos a nivel internacional, el gobierno de Turquía está tratando de alcanzar una solución sobre este tema y este martes desde Ankara se anunció que la semana que viene el canciller ruso, Sergei Lavrov, visitará el país para discutir formas de sacar de Ucrania los granos acumulados en sus silos. El anuncio llegó un día después de que los presidentes de ambos países, Vladimir Putin y el turco Recep Tayyip Erdogan, discutieran el tema durante una conversación telefónica.
Desde que esta cuestión alimentaria comenzó a tener relevancia en la agenda mundial, desde Moscú se responsabilizó a las potencias occidentales por la situación y se expresó que un alivio de las sanciones impuestas a Rusia contribuiría al desbloqueo de los cereales ucranianos.
Esta actitud rusa viene generando un gran malestar dentro de la UE y el martes la presidenta del bloque, la alemana Ursula von der Leyen, dijo que “la única razón por la que estamos luchando ahora con una crisis alimentaria es por esta guerra brutal e injustificada contra Ucrania”. Tras un encuentro que mantuvo con los jefes de Estado y de gobierno de la UE en Bruselas, Von der Leyen brindó una conferencia de prensa en la que manifestó su posición sobre el tema.
“Quiero ser muy clara, no tenemos sanciones sobre alimentos y productos agrícolas, no hay sanciones sobre eso”, expresó la jerarca, según consignó el portal estadounidense Politico.
Luego de la reunión también habló el primer ministro italiano, Mario Draghi, quien advirtió sobre el riesgo de que la propaganda de Putin gane impulso en África. “Ganar la batalla de la seguridad alimentaria para África también es importante desde un punto de vista estratégico, porque la tesis que se difunde es que una posible hambruna dependería de las sanciones”, manifestó Draghi.