El presidente de Chile, Gabriel Boric, consideró que, si en el plebiscito del 4 de setiembre sobre la nueva Constitución gana la opción del Rechazo, se debería iniciar un nuevo proceso constituyente. Ese sería el modo de conciliar ese eventual resultado con el de la votación del plebiscito de 2020, en el que cerca de 80% de los votantes se pronunció a favor de una nueva Constitución elaborada por una Convención Constitucional elegida por voto popular.
“Tiene que haber un nuevo proceso constituyente”, dijo Boric, según citó el diario digital El Mostrador. “Es legítimo apoyar cualquiera de las opciones. Apruebo o Rechazo. Lo que tenemos que preguntarnos es qué va a pasar el día después. Chile votó de manera clara en un plebiscito que quiere una nueva Constitución y [...] escrita por un organismo especialmente electo para ese fin. Por lo tanto, de ganar la alternativa Rechazo, vamos a tener que prolongar este proceso por un año y medio más”, expresó el mandatario en declaraciones a Chilevisión.
“En caso de que gane el Rechazo, el proceso constituyente tiene que seguir en los términos que se acordaron en dicho plebiscito. No amononar [arreglar, embellecer] la Constitución que está”, dijo el presidente chileno. “Hay un acuerdo transversal hoy en que la Constitución que tenemos ahora no representa un acuerdo social en Chile”, agregó.
Una encuesta de la firma Cadem publicada el fin de semana por el diario La Tercera concluyó que 74% de los chilenos está de acuerdo con que en caso de ganar la opción de Rechazo se inicie otro proceso constitucional. Según ese estudio, 52% de los votantes se inclina por el rechazo a la nueva constitución, mientras que 37% votará la opción Apruebo.
Boric dijo que la petición para iniciar un nuevo proceso se haría mediante una iniciativa parlamentaria. Señaló que, si fuera necesario hacerlo, será “algo que generará mayor incertidumbre, pues estaríamos mucho más tiempo discutiendo esto”. Agregó: “Vamos a tener que prolongar este proceso un año y medio más, durante el cual va a tener que discutirse todo de nuevo a partir de cero”.
Sin embargo, Boric destacó que “por mucho tiempo no se pudo hacer reformas porque hubo un sector político que no quería hacerlas, y el sector gobernante tenía desidia frente a la realidad”, y esto ahora cambió.
El presidente chileno llamó a la gente a preguntarse “en qué escenario es más factible realizar modificaciones, porque hay cosas que mejorar respecto de este texto, sin lugar a dudas”. Consultado acerca de qué cambiaría, respondió que en lo personal le gustaría que se alcanzara “un acuerdo amplio respecto de cosas que hay que modificar, por ejemplo, el tema de los sistemas de Justicia versus el Poder Judicial, o que quede absolutamente claro que los fondos de pensiones son inexpropiables”. El reconocimiento de la justicia indígena como método para resolver conflictos, con la Corte Suprema como última instancia, es uno de los puntos más criticados de la Constitución que se someterá a votación en setiembre. Sin embargo, el presidente señaló que hay “interpretaciones maliciosas” sobre el proyecto de Constitución. “Hay quienes están interpretando de mala fe el texto y abriendo espacios a temores que la gente tiene sobre lo que va a pasar en adelante”, dijo Boric. Agregó que “esos temores hay que despejarlos”.
“Por parte nuestra hay disposición para mejorar, mediante herramientas de este mismo proceso, las modificaciones que tengamos en acuerdo hacer”, concluyó el presidente chileno.