Una serie de misiles rusos alcanzaron este jueves la ciudad de Vínnytsia, ubicada en el centro de Ucrania, a 270 kilómetros al suroeste de la capital Kiev, y causó la muerte de al menos 22 personas e hirió a decenas.

Vinnytsia es una de las ciudades más grandes de Ucrania, con una población que ronda los 370.000 habitantes; desde que comenzó la invasión rusa, miles de personas que vivían en zonas de conflicto buscaron refugio en ella por considerarla un lugar seguro.

De acuerdo a lo que informaron autoridades locales de la ciudad, el bombardeo ruso impactó en una zona residencial; causó daños en edificios civiles y también en locales comerciales y un centro cultural.

El ataque a Vínnytsia, completamente inesperado porque la ciudad se encuentra lejos del Donbás, la zona donde están ocurriendo las batallas más duras en este momento, ocurrió sobre la mitad de la mañana, cuando las calles estaban llenas de gente. Las imágenes publicadas por los socorristas, emitidas por la televisión ucraniana y también por redes sociales, mostraban autos calcinados junto a un edificio de unos diez pisos quemado y completamente destruido por la explosión. Pocas horas después del ataque, Ihor Klymenko, el jefe de la Policía local, dijo que hasta ese momento solo habían sido identificados seis de los muertos, mientras que 39 personas se encontraban desaparecidas. Un responsable de salud de la ciudad dijo a la agencia Associated Press que de las 52 personas que tuvieron que ser hospitalizadas cinco permanecen en estado crítico, mientras que 34 sufrieron heridas graves.

El subjefe de la oficina presidencial ucraniana, Kyrylo Tymoshenko, informó en su cuenta de Telegram que un submarino ruso ubicado en el mar Negro fue el que disparó los misiles de crucero Kalibr contra la ciudad de Vínnytsia.

El presidente del país, Volodímir Zelenski, calificó el ataque ruso como un “acto abierto de terrorismo”. “Cada día Rusia mata a civiles, mata a niños ucranianos, lanza misiles contra blancos civiles donde no hay nada militar. ¿Qué es esto si no un acto abierto de terrorismo?”, denunció en Telegram el mandatario ucraniano, cuyas declaraciones fueron citadas por la agencia AFP. Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, denunció que el ataque se trató de nuevo “un crimen de guerra ruso”.

La noticia del ataque llegó en el momento en que Zelenski se encontraba participando a distancia en una reunión en la ciudad neerlandesa de La Haya, organizada por la Corte Penal Internacional (CPI), la Comisión Europea y el gobierno de Países Bajos. Ante sus interlocutores, Zelenski reclamó la creación de un “tribunal especial” para juzgar “los crímenes de la agresión de Rusia contra Ucrania”. Desde Moscú, el Ejército ruso no confirmó la autoría del ataque, pero Margarita Simonyan, directora de la cadena de televisión rusa estatal RT, dijo en su canal de Telegram que oficiales militares le habían manifestado que un edificio en Vínnytsia había sido bombardeado porque albergaba a “nazis” ucranianos.

Este jueves también se reportaron ataques rusos sobre la ciudad de Mikolaiv, cerca de Odesa, el principal puerto ucraniano, situada en el sur del país, sobre las costas del mar Negro. Mientras tanto, en la región del Donbás, fuerzas rusas comunicaron que siguen obteniendo victorias en la zona e informaron la toma de la ciudad de Síversk, en el óblast de Donetsk. “Siversk está bajo nuestro control operacional, lo que significa que el enemigo puede ser alcanzado por nuestro fuego en toda el área”, afirmó un responsable rebelde prorruso, Daniil Bezsonov, citado por la agencia de noticias oficial rusa TASS.

En medio de este contexto, un alto funcionario ruso dijo que Ucrania debe aceptar las “realidades territoriales” de la actual situación para reanudar las negociaciones de paz con Moscú, contradiciendo lo que había manifestado un día ante el cancilller ucraniano, quien había expresado que la cesión de territorios no era una posibilidad para su gobierno como condición para el alto al fuego. Según informó la agencia Reuters, el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Andrey Rudenko, manifestó que el gobierno de Kiev debe dar una respuesta clara a las propuestas de Moscú de que Ucrania acepte el estatus de “no alineado” y “no nuclear” para lograr un acuerdo de paz, según consignó la agencia de noticias Interfax. El jerarca agregó además que el presidente Zelenski también debe reconocer la soberanía rusa sobre Crimea y el estatus de las autoproclamadas repúblicas populares prorrusas de Donetsk y Lugansk.