En una declaración efectuada este jueves, la organización Amnistía Internacional (AI) declaró que, en el marco de su conflicto con Rusia que comenzó el 24 de febrero, las fuerzas ucranianas están poniendo a la población civil en situaciones de riesgo al establecer bases y operar sistemas de armas en zonas habitadas por civiles, incluso en escuelas y hospitales.

Según publicó la entidad, con sede en Londres, en sus redes oficiales, “estas tácticas violan el derecho internacional humanitario y ponen en peligro a la población civil, pues convierten bienes de carácter civil en objetivos militares. Los ataques rusos resultantes en zonas pobladas han causado la muerte de civiles y destruido infraestructura civil”.

“Hemos documentado un panorama en el que las fuerzas ucranianas ponen a la población civil en peligro y violan las leyes de la guerra cuando operan en zonas pobladas”, afirmó la francesa Agnès Callamard, secretaria general de AI.

“Estar en una posición defensiva no exime a las fuerzas armadas ucranianas de respetar el derecho internacional humanitario”, expresó la jerarca de la organización defensora de los derechos humanos.

Sin embargo, no todos los ataques rusos documentados en el terreno por la entidad siguieron esta tendencia. En otros lugares donde llevaron adelante investigaciones, AI concluyó que Rusia había cometido crímenes de guerra, incluidas algunas zonas de la ciudad de Járkov, en el noreste de Ucrania, donde los enviados de la organización no encontraron indicios de que hubiera fuerzas ucranianas ubicadas en las zonas civiles atacadas ilegítimamente por el ejército ruso.

Entre abril y julio, un equipo de AI estuvo varias semanas investigando los ataques rusos en las regiones de Járkov, el Donbás y Mikolaiv. La organización inspeccionó lugares que habían sufrido incursiones rusas, entrevistó a sobrevivientes, testigos y familiares de víctimas de ataques, y llevó a cabo análisis de armas.

Durante estas investigaciones, el equipo de AI encontró indicios de que las fuerzas ucranianas lanzaban ataques contra los rusos desde el interior de zonas residenciales habitadas y de que se habían establecido en edificios civiles de al menos 19 ciudades y pueblos de las regiones citadas. AI además hizo análisis de imágenes satelitales para corroborar aún más algunos de estos incidentes.

En los casos que documentó, AI no logró obtener pruebas de que los militares ucranianos que se instalaron en estructuras civiles en zonas residenciales pidieran a la población civil que evacuara los edificios o que los ayudara a evacuarlos, por lo que llegaron a la conclusión de que no se tomó ninguna medida para proteger a la población civil.

Las afirmaciones de AI tuvieron su respuesta de parte del gobierno ucraniano. La viceministra de Defensa, Hanna Maliar, acusó a la entidad de “distorsionar la imagen real” y de no comprender la situación sobre el terreno. La funcionaria argumentó que los soldados ucranianos fueron desplegados en ciudades y áreas pobladas para defender a los habitantes del ataque ruso.

“No hay una cronología de los eventos [en el informe]. La Federación Rusa está cometiendo el crimen aquí. Ucrania está protegiendo su tierra. Moscú ignora todas las reglas de la guerra. Y a diferencia de Ucrania, no deja entrar a organizaciones internacionales como AI”, dijo este jueves Maliar durante una de conferencia en Kiev.

La viceministra enfatizó que las fuerzas armadas pusieron ómnibus a disposición de los civiles para evacuarlos de las zonas de conflicto. Según Maliar, muchas personas se negaron a abandonar sus hogares a pesar de las repetidos pedidos y ofertas de transporte a regiones más seguras. La jerarca agregó que Ucrania dio acceso a agencias externas, incluida la Corte Penal Internacional, y llevó a cabo sus propias investigaciones sobre los abusos cometidos por sus tropas.

Mientras tanto, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, brindó una entrevista al diario hongkonés South China Morning Post, en la que manifestó que su país está buscando una oportunidad para hablar “directamente” con China para intentar detener la guerra.

El mandatario ucraniano instó a la superpotencia asiática a utilizar su enorme influencia política y económica sobre Rusia para detener la lucha.

“Es un estado muy poderoso. Es una economía poderosa... Por lo tanto, puede influir política y económicamente en Rusia. Y China también es miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, dijo Zelenski.