La campaña electoral para los comicios del 2 de octubre en Brasil empezó este martes con actos públicos de los candidatos, destacándose obviamente los realizados por los principales aspirantes a ganar, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y el actual mandatario, Jair Bolsonaro.

El líder del Partido de los Trabajadores (PT), de 76 años, tuvo su primer evento en los accesos de la fábrica automotriz Volkswagen, ubicada en la localidad paulista de São Bernardo do Campo, donde se forjó como dirigente sindical primero y político después.

Según informó la cadena Globo, en su discurso, el candidato presidencial izquierdista afirmó que todo lo que aprendió en la vida y en la política se lo debe a los metalúrgicos del ABC, región situada en el estado de San Pablo que se llama coloquialmente así por tres de sus principales municipios: Santo André (A); São Bernardo do Campo (B) y São Caetano do Sul (C) “Aquí me formé como persona, adquirí conciencia política, y fue por ustedes que creo que fui un buen presidente de la República”, dijo.

Lula comparó las cifras de años anteriores, cuando él o la expresidenta Dilma Rousseff estaban en el gobierno, con las tasas de producción y empleo de este año, y dijo que el país empeoró en todo sentido en los últimos años. En el discurso de aproximadamente 20 minutos, el exmandatario atacó en varias oportunidades a Bolsonaro.

“Te lo quiero decir, presidente genocida. No queremos un gobierno que distribuya armas, queremos un gobierno que distribuya libros. No queremos un gobierno que alimente el odio, sino el amor. Murieron 680.000 personas por covid-19. Fuiste negacionista, no creías en la ciencia, en la medicina, en los gobernantes, pero creías en tu mentira”, dijo Lula, quien luego, tuvo unas palabras hacia el electorado religioso y fundamentalmente el evangelista.

“Él es un fariseo y está tratando de manipular la buena fe de los hombres y mujeres evangélicos que van a la iglesia a hablar de su fe, de su espiritualidad. Siguen tratando de decir mentiras todo el tiempo”, dijo el líder del PT sobre el excapitán ultraderechista.

“No habrá mentiras ni noticias falsas que te mantendrán gobernando este país, Bolsonaro”, agregó Lula. “Si hay alguien que está poseído por el diablo, ese es Bolsonaro”, agregó.

En otra parte de su alocución, Lula dijo que en caso de ser electo una de sus primeras medidas será reajustar la tabla del impuesto a la renta, en un claro mensaje hacia las capas medias de la población.

Al final del discurso, visiblemente emocionado, Lula se refirió a la escalada del hambre y la miseria en el país. “No es por falta de dinero, es por falta de vergüenza de parte de la gente que gobierna. La gente no tiene sentimientos, no sabe lo que es el hambre, no sabe lo que es para un ciudadano estar rogando a su vecino por un plato de comida”, declaró el expresidente ante los aplausos de los asistentes.

Originalmente la idea era que el lanzamiento de la campaña de Lula fuera por la mañana en un acto en otra fábrica automotriz en la ciudad de San Pablo, pero el acto fue cancelado porque la Policía Federal explicó que no había tenido el tiempo necesario para evaluar los riesgos del evento, ya que, en el actual contexto de extrema crispación, las cuestiones de seguridad son prioritarias para el equipo de campaña del PT.

La corre de atrás

Segundo en todas las encuestas, el presidente Bolsonaro apostará fuerte en tres estados para lograr impedir el triunfo de Lula: San Pablo, Río de Janeiro y Minas Gerais.

Fue precisamente una ciudad de este último estado, Juiz de Fora, la elegida por el comando del presidente para iniciar su campaña. La elección de este lugar estuvo cargada de simbolismo, porque fue allí donde Bolsonaro fue apuñalado en la anterior campaña, en 2018. En la localidad mineira el mandatario participó en dos eventos: uno específicamente con referentes religiosos y otro, en el centro de la ciudad, con el público en general.

En el primer acto, celebrado en el aeroclub de la ciudad, el mandatario le recordó a su auditorio que las iglesias estuvieron cerradas durante la crisis sanitaria, cuando estados y municipios implementaron políticas de aislamiento social para evitar la propagación del coronavirus.

Los detractores de Lula vienen intentando calificar al líder petista como un enemigo de la religión.

En el acto en Juiz de Fora, Bolsonaro calificó la elección de este año como una “batalla del bien contra el mal” y reiteró sus críticas a los gobiernos de izquierda. “Sabemos en países con sesgo de izquierda a dónde va su población”, dijo el presidente. “Predican el paraíso de la justicia social y la igualdad, pero la realidad es bien distinta”, dijo.

En el acto también dio un breve discurso el candidato a la vicepresidencia de Bolsonaro, el exministro de Defensa Walter Souza Braga Netto, quien dijo compartir los mismos valores del presidente.

“La patria, la familia, la religión y la libertad son lo más importante para nosotros”, dijo.