El presidente argentino, Alberto Fernández, llegó minutos antes de las 14.00 a la casa de la vicepresidenta Cristina Fernández, ubicada en el barrio porteño de Recoleta, donde está desde que este jueves Fernando Sabag la intentara matar. El jefe de Estado llegó en su vehículo oficial, que ingresó a una zona que desde la madrugada del viernes se encuentra vallada y con alta presencia de efectivos policiales custodiando, y se retiró unos 50 minutos después. También en la tarde del viernes miles se concentran en las inmediaciones de la Plaza de Mayo, en un acto convocado por gremios y organizaciones sociales y políticas que llamaron a defender la democracia.

Según publicó Infobae con base en fuentes policiales, en el encuentro entre los dirigentes se confirmó el aumento en la seguridad de la vicepresidenta. Se resolvió que varios agentes de distintas dependencias vigilen la zona de su casa, vestidos de oficiales pero también de civiles, las 24 horas del día.

Esta mañana, Alberto Fernández encabezó una reunión con su gabinete en la Casa Rosada. Tras ese encuentro se confirmó que todo el gabinete estará presente en la manifestación en Plaza de Mayo y se invitó a todos los ciudadanos a concurrir en apoyo a la vicepresidenta con banderas de Argentina.

Asimismo, se anunció que el presidente convocó para esta tarde, en la Casa Rosada, “a representantes de los sectores sindicales, sociales, empresariales, de derechos humanos y diferentes credos para construir un amplio consenso contra los discursos del odio y la violencia”.

Manifestación en la Plaza de Mayo

Desde el mediodía son miles las personas que se acercan a las inmediaciones de la Casa Rosada con banderas, bombos, pancartas y trompetas, por lo que se espera una multitudinaria manifestación en la avenida 9 de Julio.

Partidarios de Cristina Fernández, el 2 de setiembre, en la Plaza de Mayo de Buenos Aires.

Partidarios de Cristina Fernández, el 2 de setiembre, en la Plaza de Mayo de Buenos Aires.

Foto: Juan Mambromata, AFP

Luego de que el presidente decretara para esta jornada un feriado nacional, varias organizaciones sociales y políticas convocaron a movilizarse. Por ejemplo, varias organizaciones de derechos humanos, entre las que está Abuelas de Plaza de Mayo, emitieron un comunicado conjunto en el que advirtieron que el intento de asesinato a la vicepresidenta “constituye un hecho inédito en nuestros 40 años de democracia”. Además, las organizaciones reclamaron “el más rápido esclarecimiento” del ataque, al que definieron como un “terrible hecho criminal”.

Desde el mediodía varias agrupaciones se aglomeraron en las inmediaciones de la plaza. Se hizo presente la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), La Cámpora y varias organizaciones de sectores políticos afines al gobierno.

Por su parte, los distintos partidos de la oposición repudiaron el hecho, pero no convocaron a adherir a la movilización ciudadana. En Juntos por el Cambio, por ejemplo, ningún sector se pronunció a favor de acompañar la iniciativa, y en cambio, algunos funcionarios y referentes de la coalición criticaron que se haya decretado un feriado nacional.

El proceso judicial

La jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo llevan la investigación del atentado contra Cristina Fernández. Ambos arribaron a la casa de la vicepresidenta sobre las 11.00 para tomarle declaración como testigo. La jueza Capuchetti ya había estado frente a la casa de la dirigente política sobre las 7.00, para organizar la investigación.

La jueza caratuló el expediente como homicidio agravado en grado de tentativa. Según recogen varios medios de prensa argentinos, la jueza comenzó en la madrugada a tomar declaración a varios militantes que estaban este jueves a la noche frente al domicilio ubicado en las calles Juncal y Uruguay y que vieron cómo Sabag Montiel se acercó hasta la vicepresidenta y gatilló su arma; según informó La Nación, entre las 3.00 y las 12.00 declararon unos 30 testigos.

Entre quienes declararon están los custodios de la Policía Federal, que tenían a su cargo la seguridad de la vicepresidenta, incluyendo al jefe de la custodia de Cristina Fernández, el policía federal Diego Carbone, que estuvo en los tribunales de Comodoro Py.

Por otra parte, Capuchetti ordenó que se analice el celular del detenido para recolectar información sobre lo que ha hecho Sabag Montiel en los últimos días. Ahora los investigadores buscan generar un perfil económico y social, con base particularmente en sus posteos en redes sociales, que fueron dadas de baja esta madrugada. Además, se allanó el monoambiente en el que estaba viviendo y se encontraron dos cajas con unas 100 balas.