Hermanos de Italia, el partido de Giorgia Meloni, y la coalición de derecha que integra se perfilan como claros ganadores de las elecciones italianas del 25 de setiembre según las últimas encuestas. De acuerdo con proyecciones del instituto Ipsos, la derecha podría conseguir 249 de las 315 bancas de la Cámara de Diputados y 121 de las 200 del Senado.
Las encuestas concluyen que el partido ultraderechista Hermanos de Italia alcanzaría cerca de 25% de los votos, seguido por el centroizquierdista Partido Democrático, de Enrico Letta, con 20,5%. Pero la derecha sumaría además los votos de la Liga, de Matteo Salvini, que ronda el 12%, y los de Forza Italia, de Silvio Berlusconi, que se ubica en 8% en los sondeos. Por su parte, el Movimiento 5 Estrellas de Giuseppe Conte, que no participa de ninguna alianza, reúne 14,5% de la intención de voto.
Cuando ya Italia transita los últimos días de campaña, el diario The Washington Post publicó el martes que los Servicios de Inteligencia estadounidenses están acusando a Rusia de haber financiado con 300 millones de dólares a partidos y candidatos del exterior. El periódico se refiere a una veintena de países y también a organizaciones políticas de extrema derecha. En respuesta, varios dirigentes en Italia pidieron que se aclare “urgentemente la verdad” sobre una eventual financiación rusa en ese país, informó la agencia Efe.
“Es extraño que diez días antes de la votación lleguen estas noticias falsas: hay investigaciones abiertas desde hace años, nunca se ha encontrado nada porque no hay nada. Otra cosa es trabajar por la paz y tratar de detener la guerra”, dijo Salvini, cuya simpatía por el gobierno de Vladimir Putin es conocida y cuyo partido, la Liga, ya fue investigado por sospechas de haber recibido financiación de Moscú.
También Meloni reaccionó ante la publicación y las repercusiones que generó en Italia. “Nuestras formas de financiación son todas verificables. Estoy segura de que Hermanos de Italia no acepta dinero de los extranjeros”, dijo. A su vez, desde Forza Italia respondió Antonio Tajani, el número dos de Berlusconi, y llamó a todos los líderes políticos a aplicar una política de “transparencia”.
El líder del Partido Democrático, Enrico Letta, pidió al gobierno que si tiene pruebas de un financiamiento de este tipo las dé a conocer antes de las elecciones.
La polémica motivó que la propia embajada rusa en Roma negara las acusaciones publicadas por el periódico estadounidense y acusara a Washington de lanzarlas para intentar interferir en las elecciones italianas. “Estados Unidos intenta una vez más acusar a Rusia de injerencia en los asuntos internos de los países occidentales, especialmente en el proceso electoral. La ausencia de pruebas no es convincente. ¿Y qué sería esto sino un intento descarado de manipular la opinión pública en vísperas de las elecciones?”, publicó la embajada en sus redes sociales.
La influencia rusa y sus vínculos con la derecha italiana ya había sido objeto de discusión en la campaña en agosto, cuando el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvédev, aludió a las sanciones europeas contra su país y manifestó: “En las urnas nos gustaría ver a los ciudadanos europeos no sólo expresar su descontento con las acciones de sus gobiernos, sino también pedirles cuentas, castigándolos por su evidente estupidez”.
Otra polémica que surgió en los últimos días de campaña fue el pedido del responsable de Cultura de Hermanos de Italia, Federico Mollicone, de que no se emitiera en el país un capítulo de la serie británica de dibujos animados Peppa Pig porque aparece un personaje con dos madres.
“No podemos aceptar el adoctrinamiento de género”, dijo Mollicone. “Por eso pedimos a la RAI, que compra los derechos de la serie Peppa Pig en Italia con el dinero de todos los italianos, que no emita el episodio en cuestión en ningún canal o plataforma web”, dijo. Según citó la agencia Ansa, Mollicone agregó: “Una vez más lo políticamente correcto atacó y nuestros hijos están a expensas de ello”.
La propia Meloni, que será primera ministra si los números de las encuestas se plasman en la elección, se refirió a este tema consultada por la prensa. “Peppa Pig es un dibujo animado que ven los niños de tres años. Estos son temas que las familias deben manejar. Esto es lo que siempre he pensado y lo que sigo pensando. De lo contrario, se corre el riesgo de querer imponer necesariamente conceptos un poco pronto para metabolizarlos. No existen las famosas fobias que algunos creen”, manifestó.
Con ironía, el diputado Alessandro Zan, del Partido Democrático, manifestó: “Un nuevo enemigo asedia a la nación: Peppa Pig”. Por su parte, Letta recordó que mientras intenta censurar esta serie infantil, durante esta campaña Meloni difundió en sus redes sociales un video en el que una mujer era violada en la calle, supuestamente por un extranjero.