Alemania ofreció a Brasil 35 millones de euros para ser utilizados en acciones de emergencia para la protección de la Amazonia y de los pueblos que viven allí. Se trata de recursos destinados a reforzar el Fondo Amazonia, en el que también participa Noruega. Esa cooperación se había suspendido durante el gobierno de Jair Bolsonaro.
El aporte de Alemania fue comprometido en una reunión entre la ministra de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania, Svenja Schulze, y la titular de Medio Ambiente de Brasil, Marina Silva. El encuentro tuvo lugar como parte de la visita del canciller alemán, Olaf Scholz, a Brasil, antes de su llegada.
En total, Alemania anunció un aporte de unos 200 millones de euros para acciones ambientales en Brasil, informó la revista Carta Capital. Schulze dijo que se aportarán 31 millones de euros para crear un fondo que “empodere” a las autoridades regionales para que protejan la selva, y otro de 80 millones destinado a la recuperación de áreas degradadas y el apoyo a agricultores que utilizan prácticas sustentables. A esto se agrega un fondo para garantizar la eficiencia energética para pequeñas y medianas empresas.
Silva dijo que el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva utilizará los recursos del Fondo Amazonia para ayudar al pueblo yanomami, que sufre una grave crisis de salud. La ausencia del Estado y la contaminación causada por la minería ilegal dejaron a la población afectada por el hambre, la contaminación y las enfermedades.
“Los recursos del Fondo Amazonia serán utilizados para acciones de emergencia. Esas acciones están siendo tratadas en varios niveles, que involucran la cuestión de salud; el tratamiento al problema grave de la situación de hambre, que está asolando a las comunidades; la parte de seguridad, para que las personas puedan quedarse en sus comunidades”, dijo Silva, según citó Carta Capital. “Eso tiene que ver con operaciones para expulsar a la minería ilegal de esas comunidades”, agregó en una conferencia de prensa.
Más de un millar de yanomamis recibieron atención de emergencia en las últimas semanas, después de que se detectaran cientos de casos de desnutrición en esa comunidad y se registrara la muerte de 570 niños en los últimos cuatro años. Se instaló un hospital de campaña para atenderlos y se enviaron canastas para la alimentación de esas familias, muchas de ellas con casos visibles de desnutrición.
Según informó Efe, Silva dijo que “las imágenes son aterradoras” y que “hubo un abandono completo durante cuatro años”. La Policía investiga si se cometió el delito de genocidio por acción o por omisión contra el pueblo yanomami, que pese a los varios pedidos de ayuda no fue atendido. “No tengo duda de que fue una actitud genocida en relación a las poblaciones indígenas brasileñas”, dijo la ministra.