Precedida de una gran polémica en el país, la primera ministra francesa Élisabeth Borne presentó este martes en una conferencia de prensa las líneas generales de la reforma de las jubilaciones, anunciada por el presidente Emmanuel Macron, en la que se destaca la propuesta de aumentar de manera gradual la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años para el año 2030.

Según explicó Borne, cuyas declaraciones fueron consignadas por France24, el nuevo proyecto prevé que la edad legal para jubilarse aumente tres meses al año, a partir del 1º de setiembre, hasta llegar a 64 años. El tope se fijará en 63 años y 3 meses en 2027, para luego alcanzar el objetivo de 64 años en 2030. Además, en caso de que la nueva legislación sea aprobada, para obtener una jubilación completa se exigirá un período de cotización de 43 años a partir de 2027, exceptuando únicamente a aquellos trabajadores que se hayan desempeñado en tareas insalubres. Sin embargo, las personas que se jubilen a los 67 años, es decir, tres años por encima del mínimo requerido, seguirán percibiendo automáticamente una jubilación completa, aunque no hayan aportado durante 43 años.

“Mantendremos en 67 años la edad a la que las personas pueden jubilarse sin descuento, independientemente del tiempo en el que aportaron”, explicó la primera ministra, quien agregó que “esto es esencial para quienes tuvieron una trayectoria laboral accidentada o incompleta, pensando especialmente en las mujeres”.

En Francia, como sucede en muchas partes del mundo, los trabajadores activos pagan con sus aportes las pensiones de los jubilados, cuyo porcentaje va en aumento frente a los primeros mientras la expectativa de vida crece en el país. Actualmente es de 85 años y medio para las mujeres y de 79,4 para los hombres.

Borne dijo, además, que las actuales jubilaciones serán reajustadas a 1.200 euros mensuales para “casi 2 millones de jubilaciones chicas”, que corresponden a personas que durante la mayor parte de su vida laboral ganaron un salario mínimo.

“De acuerdo con nuestro compromiso, los asalariados y cuentapropistas, especialmente artesanos y comerciantes, que aportaron toda su vida con ingresos en torno al salario mínimo, se irán ahora con una pensión de 85% del salario mínimo neto, por lo que tendrán un aumento de 100 euros al mes. Eso supone casi 1.200 euros al mes desde este año”, anunció la jerarca.

El partido derechista Los Republicanos (LR) reaccionó de forma positiva a la presentación del proyecto de ley del gobierno, diciendo que “tal y como solicitado, la reforma incluye un aumento del valor de las pequeñas pensiones” y “las de las madres”. Pero tanto los partidos de izquierda como la ultraderechista Agrupación Nacional (AN) y todos los sindicatos de trabajadores manifestaron su rechazo a la reforma y las centrales sindicales ya anunciaron un paro general para el 19 de enero. Jean-Luc Mélenchon, líder del partido izquierdista Francia Insumisa, expresó su desacuerdo con el proyecto en un mensaje en su cuenta de Twitter. “Aplazamiento de la edad de jubilación. Aumento del número de años de servicio. Supresión de los regímenes especiales ventajosos. La reforma de Macron y Borne es una grave regresión social”, manifestó. Por su parte, Marine Le Pen, la máxima dirigente de AN, también anunció que intentará bloquear el proyecto en el Parlamento. “Tras haber sido elegido gracias a la izquierda y a Francia Insumisa, Emmanuel Macron intentará ahora, con el apoyo de LR, aumentar la edad de jubilación a 64 años. El pueblo francés puede contar con toda nuestra determinación para bloquear esta injusta reforma”, dijo Le Pen en Twitter.