El ministro de Defensa ruso, Sergéi Shoigú, dispuso este miércoles que el comandante de las fuerzas militares que combaten en Ucrania, Sergéi Surovikin, fuera sustituido por el actual jefe del Estado Mayor del Ejército ruso, Valeri Guerásimov.

En una declaración, el ministro de Defensa dijo que el cambio está vinculado con la “expansión en la escala de tareas” y la “necesidad de organizar un contacto más estrecho entre las diferentes ramas de las Fuerzas Armadas y mejorar la calidad y la eficacia de la gestión de las fuerzas rusas”, citó el periódico inglés The Guardian.

Según recordó la agencia Efe, fue Surovikin quien recomendó en noviembre que las tropas rusas se retiraran de la región de Jersón, lo que fue considerado la peor derrota para Rusia en este conflicto. A partir de ahora, Surovikin ocupará el cargo de subjefe de la agrupación conjunta de tropas de la zona de la “operación militar especial”, como se denomina en Rusia oficialmente a la invasión de Ucrania.

Guerásimov asumirá su nueva misión en un momento en que las tropas rusas y las de la empresa militar Grupo Wagner se acercan a tomar el control de la localidad de Soledar, que les abriría paso a atacar Bajmut, una localidad vecina, en el óblast (provincia) de Donetsk, y a partir de allí avanzar sobre los principales bastiones ucranianos en la zona del Donbás.

Este miércoles Rusia anunció que más de 120 militares ucranianos habían muerto en las últimas 24 horas de combates en Donetsk. Si bien esta región fue anexada por el gobierno de Moscú mediante los referéndums realizados en setiembre, todavía Rusia no controla la totalidad de su territorio. “Se ha logrado destruir armas enemigas y equipamiento militar, como dos carros de combate y dos vehículos de transporte de artillería autopropulsada”, dijeron las autoridades locales prorrusas según lo consignado por las agencias TASS y Europa Press.

Por su parte, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el noruego Jens Stoltenberg, conversó este miércoles por teléfono con el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, “sobre el apoyo vital que los aliados de la OTAN están proporcionando a Ucrania en su valiente lucha contra la invasión de Rusia”. Luego de esa conversación, el diplomático nórdico convocó a suministrar al gobierno de Kiev equipos militares “más avanzados” de manera urgente. En su cuenta de Twitter afirmó que “el momento es crítico”.

Luego, en declaraciones a la prensa, Stoltenberg dijo que en los últimos días se registraron “encarnizados combates” en Bajmut y Soledar. “Esto demuestra una vez más la valentía de las fuerzas ucranianas en su lucha por defender su patria”, expresó, y afirmó que “también muestra lo vital que es que intensifiquemos nuestro apoyo, nuestro apoyo militar a Ucrania”.

“Nuestro apoyo marca una diferencia real sobre el terreno. Y en esta coyuntura clave de la guerra debemos hacer aún más, aún más rápido”, agregó. Valoró los anuncios de Francia, Alemania y Estados Unidos de que enviarán vehículos de combate y tanques ligeros a Ucrania, y también “el apoyo sin precedentes de todos los aliados de la OTAN y los Estados miembros de la UE”, según citó Efe.

Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, advirtió este miércoles que las regiones limítrofes con Bielorrusia deben estar preparadas para la posibilidad de que los combates se extiendan hacia dicha zona. “Entendemos que, aparte de declaraciones contundentes, no vemos nada contundente allí, pero tenemos que estar preparados tanto en la frontera como en las regiones”, dijo Zelenski, según un comunicado de su equipo de prensa.