La constante presión que la comunidad internacional viene ejerciendo sobre la situación en Gaza, logró este jueves un avance mínimo.
Según lo que informó el diario israelí Haaretz, el gobierno estadounidense que lidera el presidente Joe Biden confirmó que Israel accedió a algunas pausas humanitarias diarias de cuatro horas en el norte de Gaza, pero que no había posibilidad de un “alto el fuego generalizado”.
Este acuerdo, anunciado por el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, John Kirby, se da al mismo tiempo que se vienen desarrollando en Doha, la capital qatarí, conversaciones entre los jefes de inteligencia de Israel, de Estados Unidos y de Qatar, país que tiene una enorme influencia a todo nivel sobre Hamas.
También la diplomacia estadounidense busca que habitantes del norte de la franja puedan trasladarse por corredores seguros hacia el sur, aunque esta posibilidad está siendo analizada por el gobierno israelí de Benjamin Neyanyahu.
El líder del Likud además rechazó un acuerdo para un alto el fuego de cinco días con Hamas y la Yihad Islámica a cambio de la liberación de algunos de los rehenes retenidos en Gaza desde el ataque terrorista del 7 de octubre que propició el inicio de la guerra, según expresaron fuentes familiarizadas con las negociaciones citadas por el diario británico The Guardian.
El primer ministro israelí se mantiene firme en su postura de que no habrá un alto el fuego, hasta que los más de 240 rehenes que están en Gaza sean liberados.
En una entrevista con la cadena estadounidense Fox en la noche del jueves, Netanyahu dijo: “Los combates continúan contra el enemigo de Hamas, los terroristas de Hamas, pero en lugares específicos durante un período determinado de unas pocas horas aquí o unas horas allá, queremos facilitar el paso seguro de los civiles fuera de la zona de combate y estamos haciendo eso”.
A propósito de la situación de los rehenes, este jueves la Yihad Islámica divulgó un video en el que aparecían dos personas a las que tiene en cautiverio, un niño de 13 años y una mujer de 77, y anunció que ambos serían liberados en las próximas horas por razones de salud.
Mientras prosiguen los intensos bombardeos sobre Gaza que ya causaron de acuerdo a las autoridades sanitarias del enclave cerca de 11.000 muertos, este jueves se vivió una jornada de extrema violencia en Cisjordania, el territorio palestino que es gobernado por Fatah, el sector que lidera Mahmub Abbas, el presidente de la Autoridad Palestina.
La agencia Efe informó que al menos 14 palestinos murieron este jueves durante enfrentamientos armados con tropas israelíes en la ciudad de Jenín, uno de los mayores focos de violencia en Cisjordania, región donde ya murieron 178 palestinos desde que comenzó la guerra contra Hamas en Gaza.
En total, al menos 18 palestinos murieron este jueves en diferentes incidentes violentos con tropas israelíes en Cisjordania, en la que fue la jornada más mortífera en la zona desde 2002, durante la segunda Intifada.
La organización Médicos sin Fronteras expresó en un comunicado que la incursión militar israelí en Jenín se produce como parte de un “aumento dramático” de la violencia en la ciudad, ubicada en el norte de la Cisjordania ocupada parcialmente por Israel.
Según un comunicado de la entidad humanitaria citado por la agencia panárabe Al Jazeera, en la mañana del jueves un paramédico debió recibir atención luego de recibir un disparo dentro de una ambulancia, mientras vehículos del ejército israelí bloqueaban el acceso de las ambulancias a los hospitales de la zona.
Paralelamente, también Israel sigue manteniendo una guerra de baja intensidad con las milicias chiitas de Hezbolá, que operan en el sur del Líbano.
Por otra parte, la situación interna en Israel es compleja, ya que si bien la mayor parte de la población apoya la guerra, dentro del país hay opiniones disidentes.
Medios locales informaron que este jueves decenas de personas, incluyendo familiares de algunos de los rehenes que permanecen cautivos en Gaza, organizaron una protesta frente a la casa del multimillonario Simon Falic en Jerusalén, lugar en el que Benjamin Netanyahu ha estado viviendo durante las últimas semanas.
Según los informes, los manifestantes tiraron algunas de las barreras que la Policía había colocado en el lugar, llegando casi hasta la puerta de la residencia.