Por primera vez desde que comenzó la guerra, el 7 de octubre, este miércoles el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas consiguió finalmente aprobar una resolución, presentada por Malta, que pidió a Israel “pausas humanitarias urgentes y prolongadas”, para la protección de civiles, poniendo particular énfasis en la protección de los niños.

El texto, además, llama al establecimiento de corredores en la Franja de Gaza “durante un número suficiente de días para permitir el acceso humanitario total, rápido, seguro y sin trabas”. La resolución también pide a todas las partes respetar el derecho humanitario internacional y la liberación de rehenes.

La disposición tuvo 12 votos a favor, ninguno en contra y las abstenciones de Rusia, Estados Unidos y Reino Unido, tres de los cinco integrantes del Consejo de Seguridad con derecho a veto que habrían podido dejarlo sin efecto. Poco después de que se hiciera publica la decisión, el representante israelí ante la ONU, Gilad Erdan, dejó clara la posición de su país. La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU está desconectada de la realidad y no tiene sentido. Independientemente de lo que decida el consejo, Israel seguirá actuando de acuerdo con el derecho internacional mientras los terroristas de Hamas ni siquiera leerán la resolución, y mucho menos la acatarán”, expresó el diplomático en su cuenta de X.

Poco antes de comenzar la sesión celebrada en la sede de la ONU, en Nueva York, el representante palestino, Riyad Mansour, presentó una carta en la que acusó a Israel de “una grave violación del derecho internacional humanitario” por sus acciones en el hospital Al-Shifa de la ciudad de Gaza, donde el martes fuerzas israelíes ingresaron con el argumento de que en el subsuelo del lugar Hamas tiene su cuartel general.

“Los soldados israelíes atacaron Al-Shifa, aterrorizando a miles de civiles que se refugiaron junto a pacientes y personal médico. Los soldados israelíes asaltaron instalaciones hospitalarias, saquearon habitaciones y destruyeron equipos, golpearon al personal médico y los obligaron a abandonar a sus pacientes”, se expresa en una parte del documento, consignado por el diario británico The Guardian.

Voceros del Ejército israelí describieron la incursión en el centro de salud como “una operación precisa y dirigida contra Hamas en un área específica del hospital Al-Shifa, basada en información de inteligencia y una necesidad operativa”.

Este miércoles el portavoz militar israelí Daniel Hagari dijo en una sesión informativa consignada por el diario Haaretz que los soldados encontraron “armas y otra infraestructura terrorista”, específicamente en la parte del complejo hospitalario donde funciona el edificio de resonancia magnética y que habían visto “evidencias concretas de que los terroristas de Hamas utilizaron el hospital de Shifa como cuartel general”.

Hamas dijo que las afirmaciones de los militares israelíes no eran “más que una continuación de las mentiras y la propaganda barata, a través de las cuales [Israel] está tratando de justificar su crimen destinado a destruir el sector de la salud en Gaza”. En la noche del miércoles, AFP informó que las fuerzas israelíes se habían retirado del lugar.

Por otra parte, siguen habiendo gestiones, que por ahora no dieron resultado, lideradas por el gobierno de Qatar, para lograr concretar la liberación de algunos rehenes raptados por Hamas a cambio de que Israel acceda a liberar a presos palestinos, sobre todo, a varones jóvenes y a mujeres.

En ese sentido, este miércoles en Tel Aviv miles de personas se manifestaron en las calles exigiéndole al gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, que acelere las tratativas que permitan la liberación de los más de 200 rehenes que están cautivos en Gaza.