La Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó este jueves varias advertencias sobre la situación extrema que enfrenta la población de la Franja de Gaza. La directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Cindy McCain, alertó sobre el riesgo de que los habitantes de ese territorio mueran por falta de alimentos.

“Los suministros de alimentos y de agua son prácticamente inexistentes y sólo una fracción de lo que se necesita está llegando a través de las fronteras. Con el invierno acercándose rápidamente, los refugios inseguros y hacinados, y la falta de agua potable, los civiles se enfrentan a la posibilidad inmediata de morir de hambre”, manifestó McCain.

De acuerdo con el PMA, apenas entra a Gaza 10% de los alimentos que se necesitan. A su vez, la situación de las personas que fueron desplazadas de sus hogares en los más de 40 días que ya lleva este conflicto con Israel no tienen condiciones para cocinar los alimentos, que se consiguen en pequeñas cantidades y “a precios alarmantemente inflados”.

El último molino que todavía seguía funcionando en Gaza, el de As Salm, fue destruido este jueves, lo que impide la producción de harina en ese territorio, informó la ONU. Según su Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), las panaderías cerraron por la “falta de combustible, agua y harina de trigo” y los daños estructurales que sufrieron. La última que seguía funcionando, de las 130 que había, dejó de hacerlo esta semana, informó la agencia Efe.

Los habitantes de la Franja de Gaza están sobreviviendo con una comida al día. “Para los afortunados, eso incluye alimentos enlatados, aunque algunas personas han recurrido al consumo de cebollas y berenjenas crudas”, informó McCain en un comunicado. Agregó que la única manera de atenuar esta situación es abriendo un nuevo cruce fronterizo, además del paso de Rafah. De acuerdo con el PMA, la falta de combustible en la zona ha impedido la distribución de la ayuda humanitaria dentro de la franja. “La gente está pasando hambre”, señaló Samer Abdeljaber, representante del programa para Palestina, que calificó la situación de “desesperada”.

El miércoles, por primera vez, se permitió el ingreso de camiones con combustible a la franja. Entraron 23.000 litros. Israel habilitó su uso para los vehículos de distribución de ayuda humanitaria, pero no permitió que se utilicen para los generadores eléctricos de hospitales. Según el gobierno israelí, Hamas utiliza esos centros de salud para establecer allí sus cuarteles.

Desde que comenzó la guerra el 7 de octubre, a partir de un ataque de Hamas contra la población israelí que dejó 1.200 muertos y 240 secuestrados, Israel ha atacado la Franja de Gaza, donde murieron más de 11.500 personas, según los datos del Ministerio de Salud local.

Con casi 30.000 heridos y sin combustible, también la mayoría de los 24 hospitales de Gaza colapsaron. Sólo el de Al Ahli sigue recibiendo pacientes.

En el hospital Al Shifa, al que el Ejército israelí ingresó en la noche del martes, se encontró este jueves una “infraestructura de túneles”, según un comunicado militar citado por Efe. El Ejército informó también que encontraron en “una estructura adyacente al centro Al Shifa” el cadáver de una de las personas secuestradas por Hamas el 7 de octubre, una mujer de 65 años, Yehudit Weiss, cuyo esposo fue asesinado en el kibutz Beeri.

Expertos de la ONU recordaron este jueves que condenaron de manera terminante los ataques de Hamas contra la población israelí, y en el mismo comunicado llamaron a la comunidad internacional a evitar “un genocidio ejecutado con medios y métodos de guerra del siglo XXI” contra la población palestina. Según informó Europa Press, entre los firmantes se encuentran los relatores especiales sobre la situación de derechos humanos en los territorios palestinos, Francesca Albanese, sobre pobreza extrema y derechos humanos, Olivier de Shutter, sobre los derechos de los desplazados internos, Paula Gaviria Betancur, y para la promoción y protección de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales en operaciones contra el terrorismo, Ben Saul.

Manifestaron su preocupación por la retórica “deshumanizadora” que utilizan algunos jerarcas israelíes que piden “la destrucción total” de Gaza y la expulsión de los palestinos hacia otros países, y señalaron que “la comunidad internacional tiene una obligación de evitar las atrocidades”.

“Para que sea legítima, la respuesta de Israel debe estar enmarcada estrictamente en el derecho internacional humanitario. La presencia de túneles en partes de Gaza no elimina el estatus civil de los individuos y la infraestructura, que no puede ser atacada de forma directa ni sufrir de forma desproporcionada”, señalaron.