En respuesta a una solicitud presentada por el Ministerio de Justicia, el Tribunal Supremo de Rusia calificó al movimiento LGBTI de “extremista” y prohibió su actividad en todo el país. El juez de la más alta jurisdicción del país, Oleg Nefedov, precisó que la decisión entraría en vigor “inmediatamente”.
De acuerdo a lo que informó la agencia oficial rusa TASS, la audiencia en la que se tomó la decisión se llevó a cabo a puertas cerradas debido a la presencia de material clasificado en el caso. El medio ruso informó que los representantes de la parte acusada no comparecieron ante el tribunal, pero esto sucedió porque la acusación fue muy genérica y no existe en el país ninguna organización que lleve el nombre de “Movimiento Internacional LGBT” en Rusia.
El tribunal tardó unas cuatro horas en estudiar las pruebas presentadas por el Ministerio de Justicia, tras lo cual se conoció la parte resolutiva de la sentencia. Como se señala en la demanda, en las actividades del movimiento en el territorio de la Federación de Rusia fueron identificados diversos signos y manifestaciones relacionados con el extremismo, incluida la incitación a la discordia social y religiosa.
En el contacto con los medios de prensa que tiene todos los días Dmitry Peskov, vocero del presidente ruso Vladimir Putin, tras ser interrogado sobre el tema, dijo que el gobierno “no siguió el caso” y no hizo ningún tipo de comentario sobre la resolución judicial.
Radio Francia Internacional reportó que activistas homosexuales y transgénero rusos temen que este dictamen conduzca a arrestos y procesamientos arbitrarios, porque no se especificó qué considera exactamente un “movimiento”, quién lo integra ni cómo está organizado.
Además, dentro del colectivo LGBTI creen que de ahora en más peligra cualquier apoyo psicológico o legal para los miembros de la comunidad gay, que se da en el marco de un giro cada vez más fuerte del conservadurismo en Rusia. En esta línea, el año pasado el presidente Putin había dicho en un discurso público que Occidente no debe imponer a Rusia “sus tendencias extrañas”.
La represión del gobierno de Moscú contra los grupos de tendencia liberal de todo tipo se intensificó desde la invasión rusa de Ucrania en febrero del año pasado, lo que provocó que la comunidad LGBTI en el país enfrente una restricción cada vez grande de sus derechos.
“Un día esto terminará, pero por ahora tenemos que intentar seguir viviendo y salvarnos”, expresó en respuesta al veredicto en sus redes sociales la Resistencia Feminista Antiguerra, una organización crítica con la guerra en Ucrania.
Otras ONG, incluido el grupo de derechos de las personas transgénero Center T, dijeron que publicarían pautas de seguridad para que los miembros de la comunidad LGBTI tengan en cuenta a partir de ahora.
Por su parte, Amnistía Internacional calificó el fallo de “vergonzoso y absurdo”. En un comunicado advirtió que el dictamen judicial podría dar lugar a una prohibición total de las organizaciones LGBTI y violar la libertad de asociación, expresión y reunión pacífica, y conducir a la discriminación.