El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este martes durante una reunión en la Casa Blanca con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, que aprobó el desembolso de 200 millones de dólares adicionales en ayuda militar para Ucrania, que desde febrero del año pasado está enfrentando la invasión rusa.

“Acabo de firmar un desembolso de 200 millones de dólares del Departamento de Defensa para Ucrania”, explicó el mandatario estadounidense a la prensa en el inicio del encuentro con el ucraniano en el Salón Oval, de acuerdo a lo que informó Efe.

Zelenski se reunió con Biden en Washington por tercera vez desde el comienzo de la guerra y en un momento muy delicado, porque la oposición republicana mantiene bloqueada la aprobación en el Congreso de Estados Unidos de nuevos fondos para Ucrania.

Los 200 millones anunciados por Biden forman parte de un presupuesto que está a punto de agotarse y el presidente pidió, por el momento sin éxito, al Congreso que apruebe un nuevo paquete de 106.000 millones de dólares, que incluye una partida de 61.000 para Ucrania y otra de 15.000 para apoyar a Israel en su guerra contra Hamas.

Por ello, Biden lanzó un mensaje a los republicanos en el Congreso para que aprueben antes de irse de vacaciones el nuevo presupuesto para Ucrania. De lo contrario, dijo, le estarían dando “el mejor de los regalos de Navidad” al presidente ruso, Vladimir Putin.

Horas antes de reunirse con Zelenski, Biden participó en un evento de recaudación de fondos para su campaña a la reelección del año que viene, evento en el cual se refirió a la guerra en Medio Oriente.

En su discurso, el mandatario demócrata advirtió a los líderes de Israel el martes que estaban perdiendo apoyo internacional para su guerra en Gaza, mostrando una distancia cada vez mayor con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, quien rechazó de plano la visión estadounidense de una resolución de posguerra para el conflicto palestino.

Biden describió a Netanyahu como la cabeza del “gobierno más conservador en la historia de Israel” y remarcó que el primer ministro israelí “no quiere una solución de dos estados” para resolver la disputa con los palestinos.