Por segunda vez en poco más de un año, Chile pondrá a consideración de los ciudadanos un proyecto de Constitución que reemplace a la actual, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.
Sin embargo, esta vez, los encargados de redactar el texto, que se someterá a plebiscito el domingo, fueron los partidos de derecha, algunos de los cuales se oponían inicialmente a este proceso.
Después de que fracasara en setiembre de 2022 una primera propuesta de Constitución, elaborada por una convención con mayoría de integrantes de izquierda, el segundo intento quedó en manos de un Consejo Constitucional de 50 miembros.
En este órgano, luego de la votación popular que definió a sus integrantes, la ultraderecha contó con 22 representantes y la derecha con otros 11. Estas mayorías permitieron a esos sectores aprobar sus iniciativas sin necesidad de negociar con otras fuerzas políticas. Así se incluyeron artículos rechazados por la izquierda y la centroizquierda y considerados un retroceso en materia de derechos.
Uno de estos es el que establece que “la ley protege la vida de quien está por nacer”, que podría generar obstáculos para acceder al aborto en las situaciones en las que está permitido en Chile (violación, inviabilidad fetal y peligro para la vida de la gestante). Otro dispone que los padres pueden elegir para sus hijos una “educación religiosa, espiritual y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”.
La campaña por las opciones “a favor” y “en contra” de la propuesta de Constitución continuará hasta este jueves, antes de la veda. Entre los defensores del proyecto se destaca el dirigente José Antonio Kast, excandidato a la presidencia por el ultraderechista Partido Republicano, y se prevé que su figura salga fortalecida o debilitada según el resultado de esta votación.
Su último spot de campaña, centrado en su propia figura y con críticas al gobierno de Gabriel Boric, parece propio de una elección presidencial más que de un plebiscito constitucional.
“Lo mejor para Chile es un cambio que obligue a este gobierno a hacer la pega [trabajar]”, dice Kast en el video, divulgado en su cuenta de X. “Porque los chilenos no queremos estar mal, queremos estar mejor. Por eso este domingo votaremos 'a favor'. A favor de un mejor cambio para combatir la delincuencia y el narcotráfico. A favor de un mejor cambio para frenar la inmigración ilegal y reducir parlamentarios. A favor de un mejor cambio para reactivar la economía y el empleo”, afirma.
Además del sector de Kast, apoyan el nuevo proyecto de Constitución la Unión Demócrata Independiente, Evópoli y Renovación Nacional, el partido del expresidente Sebastián Piñera, aunque algunos dirigentes de estas organizaciones políticas ya manifestaron que no acompañarán la iniciativa. El también derechista Partido de la Gente aparece dividido frente a esta propuesta.
La opción “en contra” del proyecto constitucional reúne a partidos de izquierda y centroizquierda. Se oponen al texto el Frente Amplio, el Partido Comunista, el Partido Socialista, el Partido por la Democracia y el Partido Radical, así como la Democracia Cristiana. “El texto propuesto consagra los intereses de la élite económica y fomenta las desigualdades entre chilenos y chilenas”, manifestó en un comunicado el Frente Amplio.
Esa coalición, integrada por los partidos Convergencia Social, Revolución Democrática y Comunes, señaló que el proceso constituyente se inició con el objetivo de “dar respuestas a las múltiples demandas sociales que fueron ignoradas durante décadas por la política”, pero esto no se refleja en el texto que se somete a plebiscito el domingo.
Las encuestas de intención de voto -publicadas semanas antes del plebiscito- concluyen que son más los votantes “en contra” que “a favor”, pero registran altísimos números de indecisos.
Un sondeo del Centro de Estudios Públicos concluye que la intención de voto a favor del nuevo texto constitucional es de apenas 8%, mientras que 30% se opone a esta iniciativa. Señala además que 53% de los chilenos no decidió su voto, y 9% se enmarca en la categoría “no sabe o no contesta”.
De acuerdo con el Centro de Estudios Públicos, la mayoría de quienes votarán “a favor” considera que es necesario cambiar la Constitución actual. Para quienes votarán en contra, algunos motivos son su disconformidad con el proceso que llevó a esta propuesta y también con sus contenidos. “Los indecisos se dividen en dos grupos”, agrega el informe. Uno “argumenta falta de información” y el otro, “rechazo a la política”.
Una encuesta de Pulso Ciudadano concluyó, a 16 días de la votación, que 39% de los chilenos se pronunciará “en contra”, 26,7% “a favor” y 23,3% no tenía definido su voto.
A su vez, un sondeo de la consultora Data Influye, publicado 18 días antes del plebiscito, midió un apoyo de 27% al nuevo texto, un rechazo de 50% y 18% de indecisos.