“Mi renuncia no está en juego”, reafirmó ayer la presidenta peruana, Dina Boluarte, después de enviar al Congreso el proyecto del Ejecutivo para adelantar las elecciones. “Nosotros vamos a esperar lo que ellos [los congresistas] decidan. Está en manos de ellos decidir el adelanto de elecciones”, agregó.

El fujimorismo, que domina el Congreso peruano, fracasó el miércoles en su intento de promover un proyecto de adelanto de elecciones. No se generó consenso en torno a la iniciativa, y finalmente ni la ultraderecha ni la izquierda aceptaron votar la propuesta. Algunos sectores difieren en la fecha en la que se deben convocar las elecciones, otros reclaman que la votación incluya una consulta sobre la convocatoria a una asamblea constituyente. Con estas diferencias entre las bancadas, el proyecto reunió el respaldo de sólo 54 de los 130 congresistas y quedó lejos de los 87 votos necesarios para ser aprobado.

Frente a este nuevo intento frustrado de fijar una fecha electoral, el gobierno de Boluarte hizo lo que la presidenta había anunciado y envió al Congreso un proyecto de ley con caracter de urgente que propone un adelanto elecciones a octubre. “Lamento que el Congreso no haya alcanzado el consenso necesario para adelantar las elecciones”, tuiteó la presidenta. “Como anuncié en el último mensaje a la nación, presentaremos inmediatamente el proyecto de ley para que peruanos y peruanas puedan elegir democráticamente a sus autoridades el 2023”, manifestó, y llamó al Congreso a actuar “con sentido de responsabilidad” y con “la urgencia que el país demanda”.

El primer ministro, Alberto Otárola, informó ayer que el proyecto ya fue presentado, con carácter de urgente, y dijo que propone que la primera vuelta electoral tenga lugar el 8 de octubre. Otárola reiteró que la presidenta no va a renunciar a su cargo debido a “una responsabilidad histórica”.

El proyecto del Ejecutivo ya ha sido cuestionado por algunas bancadas. Se le ha criticado la fecha elegida, que para varios legisladores es muy tardía, mientras que otros, en particular la ultraderecha, prefieren que el actual gobierno termine el mandato que empezó Pedro Castillo y siga en funciones hasta 2026.

La iniciativa del Ejecutivo va acompañada de otro proyecto que pide que la próxima legislatura le encargue a una comisión reformar la Constitución. Este punto también es criticado porque, al igual que los manifestantes, algunos legisladores rechazan que una comisión sea la encargada de esa tarea y se inclinan por convocar a una asamblea constituyente que redacte una nueva constitución que sustituya a la actual, aprobada en 1993, durante el gobierno de Alberto Fujimori.

El Congreso también tenía ayer a consideración otro proyecto que convoca a elecciones anticipadas e incluye una consulta sobre la convocatoria a una asamblea constituyente. Mientras se desarrollaba la discusión parlamentaria, continuaban las protestas en reclamo de la renuncia de Boluarte.

Los manifestantes llegados a Lima desde distintas regiones se concentraron frente a canales de televisión. Cientos de personas se reunieron frente a la sede de América Televisión, que en diciembre había sido atacada a pedradas. La manifestación transcurrió en paz mientras la policía custodiaba el edificio. Después los manifestantes se desplazaron al centro histórico de Lima, pasando por otro medio, Panamericana Televisión. Según informó la agencia Efe, son frecuentes en las manifestaciones las consignas que acusan a los medios de estar “a favor de los poderosos” y de “mentir sobre las protestas”.