El Ejecutivo italiano que preside la primera ministra Giorgia Meloni defendió su nueva política migratoria dos días después de que una embarcación precaria naufragara en las costas de Calabria en la mañana del domingo, causando la muerte de al menos 64 personas, entre las que se cuentan 14 menores de edad.

Este martes, los féretros de las personas fallecidas fueron dispuestos en un gimnasio polideportivo de la ciudad de Crotone, cercana a la localidad costera de Steccato di Cutro, que fue el lugar en el que se produjo la tragedia. Según informó la agencia AFP, algunos de los cerca de 80 sobrevivientes del naufragio pudieron ingresar al lugar para identificar a sus familiares fallecidos. La Policía local en un comunicado informó que hasta el momento habían sido identificadas 28 de las personas fallecidas. 25 eran afganos, uno pakistaní, uno sirio y el otro palestino.

Mientras frente al escenario deportivo centenares de vecinos de la ciudad sureña acudieron para dejar flores y velas en homenaje a las víctimas, en el Senado italiano el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, defendió ante la oposición la necesidad de la reforma migratoria impulsada por el gobierno.

El secretario de Estado dijo que “no existe ninguna relación entre las nuevas normas y el posible aumento de muertes en el mar”.

“Quienes relacionan el naufragio de Cutro con las nuevas normas están diciendo una falsedad o por ignorancia o mala fe, porque se trata de una ruta en la que las ONG nunca han estado”, aseguró Piantedosi, quien actualmente es independiente, pero que en el pasado fue integrante de la Lega, el partido de extrema derecha que lidera Matteo Salvini.

Piantedosi además dijo, responsabilizando a los propios migrantes por la tragedia, que “la desesperación no puede nunca justificar embarcarse en viajes que ponen en peligro a sus niños”, declaraciones que generaron enormes polémicas en Italia.

La ley

El decreto migratorio aprobado la semana pasada en el Parlamento limita la cantidad de rescates que puede realizar una organización humanitaria, informó Reuters.

De acuerdo a la nueva ley, las embarcaciones están obligadas a pedir a las autoridades la asignación de un puerto, luego de realizar un primer salvamento e ir directamente hacia ese lugar sin desviarse en caso de que más embarcaciones puedan estar en peligro.

Además, la nueva normativa impone multas de hasta 50.000 euros a las ONG que ayuden a refugiados y migrantes poniendo una presión insostenible para muchos buques de rescate, que son cada vez menos. El viernes, Geo Barents, un barco operado por la organización Médicos sin Fronteras (MSF), fue multado con 10.000 euros y además la nave deberá estar en puerto sin navegar durante 20 días.

“El gobierno de Italia, la Unión Europea y sus estados miembros deben dejar de criminalizar a la migración y a la ayuda humanitaria. En lugar de eso, deben centrarse en proporcionar vías seguras y legales adecuadas para migrar y mecanismos mejorados para asistir y proteger a los migrantes y refugiados”, denunció Sergio Di Dato, coordinador de MSF.

La agencia Efe informó que las autoridades costeras italianas recibieron un primer aviso de la presencia del barco cerca de sus costas en la noche del sábado. La alerta fue dada por un avión de la agencia europea Frontex que estaba sobrevolando el mar Mediterráneo. A pesar de esto, las autoridades italianas no actuaron hasta que, ya entrada la madrugada, personas que estaban en tierra avisaron de la presencia de la embarcación y ahí se activó la coordinación del rescate.

Pero los esfuerzos fueron inútiles, porque el barco en el que viajaban cerca de 200 personas había naufragado a algo más de 100 metros de la costa, luego de chocar contra unas rocas.

Al respecto de la actuación de los equipos de emergencia, el ministro Piantedosi afirmó en el Senado que no tiene “motivos para creer que haya habido errores, subestimaciones u omisiones”, aunque dijo que habrá una investigación sobre el tema.

Posteriormente, en declaraciones a la RAI, el ministro dijo que “el mar agitado fue un elemento que caracterizó este suceso”, en respuesta a quienes señalaron falta de rapidez y coordinación en el rescate.

“Salvaguardar las condiciones de seguridad del personal que interviene es una de las piedras angulares de las normas que presiden estos rescates”, agregó Piantedosi, quien dijo que el dispositivo de emergencias no se activó antes, porque la comunicación del primer avistamiento no dio motivos de peligro.