Una embarcación precaria en la que venían más de 200 personas naufragó este domingo frente a las costas de la localidad balnearia de Cutro, cerca de la ciudad de Crotone, en la provincia de Calabria, en el sur de Italia, ocasionando la muerte de al menos 60 migrantes. Se espera que la cifra de muertos aumente, porque hay personas desaparecidas, a pesar de que los equipos de salvamento lograron rescatar a 80 personas.

De acuerdo a lo que informaron las autoridades, el barco, que había partido hacía cuatro días desde la ciudad turca de Esmirna, chocó a 100 metros de la costa contra unas rocas, cuando el mar estaba en muy malas condiciones.

La agencia ANSA indicó que el barco había sido identificado en la noche del sábado por un avión que estaba patrullando las costas del Mediterráneo. De inmediato los equipos de rescate fueron notificados del hecho y se lanzaron al rescate, aunque las pésimas condiciones de navegación dificultaron las tareas.

Numerosas autoridades italianas y europeas manifestaron su pesar por esta nueva tragedia ocurrida en las costas del sur de Italia.

El presidente, Sergio Mattarella, expresó su “dolor por el naufragio frente a las costas de Crotone, en el que perdieron la vida decenas de personas, incluidos algunos niños”.

“Es una tragedia más del Mediterráneo que no puede dejar indiferente a nadie”, agregó Mattarella, quien realizó un llamado a la comunidad internacional para combatir las causas de los flujos migratorios, como las guerras, las persecuciones, el terrorismo, la pobreza.

En el comunicado publicado por el diario romano La Repubblica, Mattarella manifestó que “es igualmente fundamental que la Unión Europea (UE) asuma finalmente la responsabilidad concreta de regular el fenómeno migratorio para alejarlo de los traficantes de seres humanos, involucrándose directamente en las políticas migratorias, apoyando la cooperación para el desarrollo de los países de los que los jóvenes se ven obligados a salir por carencia de perspectivas”.

Por su parte la primera ministra italiana Giorgia Meloni expresó su “profundo dolor por las muchas vidas humanas truncadas por los traficantes de personas”. La líder ultraderechista agregó que “la acción de quienes especulan hoy con estos muertos habla por sí sola, después de haber exaltado la ilusión de la inmigración no regulada”. Meloni dijo también que su gobierno está comprometido a “impedir las salidas y con ellas estas tragedias, y lo seguirá haciendo, en primer lugar, exigiendo la máxima colaboración a los países de origen”.

Desde la UE, la presidenta de la comisión europea, la alemana Ursula Von der Leyen, expresó estar “profundamente entristecida” por el terrible naufragio frente a la costa de Calabria y dijo también que “todos debemos redoblar nuestros esfuerzos por el Pacto sobre migración y asilo y por el Plan de Acción sobre el Mediterráneo central”.

Con un tono mucho más crítico se manifestó Verónica Alfonsi, presidenta de la sección italiana de la entidad humanitaria Open Arms.

“Esto no es una tragedia, es la consecuencia de elecciones precisas por parte del gobierno italiano y de Europa. Si hubiera medios para ayudar, nadie moriría en el mar”, expresó Alfonsi. En el mismo sentido, desde otra organización humanitaria que trabaja en el tema, Emergency, se dijo en un comunicado consignado por medios italianos que “el drama de Crotone es el resultado de decisiones políticas que impiden vías de acceso legales y seguras a Europa. Seguiremos haciendo nuestra parte, para ayudar a quienes están en dificultades y salvar vidas, pero los hechos muestran que es necesario que Italia y Europa organicen una misión de búsqueda y rescate, que apliquen una reforma del sistema de acceso, asilo y recepción y abran vías legales de entrada para aquellos que buscan una posibilidad de vida mejor”.

AFP recordó que este nuevo naufragio se dio pocos días después de la adopción en el Parlamento italiano de unas controvertidas nuevas reglas sobre el rescate de migrantes impulsadas por el gobierno.

Meloni llegó al poder en octubre al frente de una coalición derechista y una de sus grandes banderas durante la campaña electoral fue la promesa de la reducción de la llegada de inmigrantes al país. La normativa recientemente aprobada obliga a los barcos humanitarios a efectuar un solo rescate por salida al mar. Según los críticos, la normativa aumenta el riesgo de muertes en el Mediterráneo central, un lugar considerado como el más peligroso del mundo para los migrantes que lo cruzan en barcos en malas condiciones y superpoblados.

Desde hace años los respectivos gobiernos italianos se vienen quejando del número de llegadas de barcos con migrantes a su territorio, aunque la mayoría de ellos deja el país rumbo a otras naciones de la UE.

Según datos del Ministerio del Interior, cerca de 14.000 migrantes llegaron a Italia desde principios de este año, frente a los 5.200 del mismo período del año pasado y 4.200 de 2021.