El número de personas fallecidas por los terremotos que el lunes sacudieron la zona centro-sur de Turquía y el norte de Siria llegaron a 21.051. La última actualización del Gobierno turco sitúa el número de fallecidos en 17.674 y el de heridos en más de 72.000. En Siria, las víctimas mortales son 3.377, de ellas 2.030 en las zonas del noroeste del país controladas por los rebeldes que están en guerra con el gobierno central de Damasco. Aunque hay más de 100.000 miembros de equipos de salvamento y del Ejército movilizados para rescatar a los supervivientes, el tiempo invernal y la amplitud de la zona afectada complican los trabajos y la esperanza de que todavía puedan rescatarse personas con vida es prácticamente nula, por lo que se espera que el número de fallecidos se incremente sensiblemente, porque muchos de los heridos están en estado grave.

Estas cifras ya superan las registradas en el terremoto de 1999 que tuvo como epicentro el mar de Mármara, en el que murieron más de 17.000 personas, 1.000 de ellas en Estambul, por lo que el actual es el sismo más letal en décadas, superado únicamente por el ocurrido en 1939 en la ciudad de Erzincan, en el este del país, en el que perdieron la vida 39.000 personas.

En un discurso que dio en el Parlamento turco consignado por la agencia oficial de noticias Anadolu, el vicepresidente del país, Fuat Oktay, especificó que “el terremoto afectó a un área de unos 110.000 kilómetros cuadrados, lo que es igual o mayor al área de muchos países en Europa”. Okyat dijo que los sismos del lunes fueron los más grandes en la zona en los últimos 2000 años, desde el terremoto de 1668 que ocurrió en la zona de Anatolia Oriental y el de Erzincan en 1939.

La situación en la zona sigue siendo dramática para los familiares de las víctimas, los sobrevivientes y particularmente dura en Siria, dónde millones de personas ya estaban atravesando durísimos momentos por la guerra que asola a la nación árabe desde 2011.

En este contexto de acuerdo a lo que informaron agencias internacionales, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus anunció este jueves que viajará rumbo a Siria.

“Voy camino a Siria, donde la OMS apoya los cuidados esenciales de salud en las zonas afectadas por el reciente sismo, apoyándose en nuestro trabajo realizado desde hace tiempo en el país”, escribió Tedros en su cuenta de Twitter.

Paralelamente la Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció que el secretario general adjunto de asuntos humanitarios y coordinador de los servicios de urgencia de la entidad, Martin Griffiths, iría este fin de semana a las zonas afectadas en Turquía y Siria.

Griffiths irá a Gaziantep, en el sur de Turquía, y a Alepo, noroeste de Siria. También se informó que el funcionario viajará a la capital siria, Damasco, donde se reunirá con altas autoridades del país. El principal objetivo de Griffiths será comprobar la situación y evaluar la forma en la que la ONU puede colaborar. El propio secretario general de la entidad, el portugués Antonio Guterres expresó en un comunicado la importancia de garantizar el acceso humanitario a través de las carreteras que quedaron notablemente dañadas, así como aumentar el apoyo al fondo humanitario y al fondo transfronterizo de Siria.

“Son las mejores opciones para permitir que la ONU y sus socios humanitarios respondan rápidamente a las personas necesitadas (...) A principios de la semana que viene, lanzaremos un llamamiento urgente para el apoyo de los donantes a los afectados por el terremoto en Siria”, expresó Guterres.