Al menos tres personas murieron y 213 resultaron heridas en dos nuevos terremotos, de magnitud 6,4 y 5,8, ocurridos este lunes en la provincia turca de Hatay, en el sur del país, una de las 11 que hace dos semanas quedaron devastadas por dos sismos que causaron la muerte de al menos 46.000 personas y heridas a más de 105.000, sumando los afectados en territorio turco y también en el noroeste de Siria.

Suleyman Soylu, ministro del Interior de Turquía, además de dar la información preliminar sobre los terremotos del lunes, advirtió sobre la posibilidad de que haya más personas atrapadas entre las ruinas de los edificios destruidos.

“Trataremos de recopilar más información sobre edificios derruidos”, dijo el ministro, quien informó también que hubo al menos 20 réplicas tras los terremotos del lunes, de acuerdo a lo que informó la agencia Efe. El ministro indicó que se están realizando tareas de búsqueda de personas atrapadas en tres edificios que se derrumbaron.

El principal temblor se produjo en las primeras horas de la noche de este lunes en el distrito de Defne, al sur de la ciudad de Antioquía, en la provincia de Hatay, según anunció AFAD, la agencia turca de gestión de emergencias, y el otro, tres minutos más tarde. La inicial alerta de tsunami, debido a la cercanía del epicentro a la costa mediterránea, fue anulada poco después por las autoridades.

El vicepresidente turco, Fuat Oktay, advirtió a la población que no entre en los edificios. Por su parte, Refik Eryilmaz, alcalde de Samandag, la cercana población costera donde se produjo el segundo sismo, de magnitud 5,8, aseguró a la emisora NTV que varios edificios se habían derrumbado y que no se sabía si había gente en su interior.

También dijo que es posible que algunos vecinos se hubieran refugiado del intenso frío en los restos de las construcciones dañadas en los terremotos de hace dos semanas, y reclamó desesperadamente el envío de carpas para poder brindarle alojamiento a la población.

Las redes eléctricas tanto de Antioquía como de Samandag resultaron afectadas, por lo que las ciudades quedaron prácticamente a oscuras, lo que dificultó determinar si hay gente atrapada en los edificios que colapsaron. “Hay edificios derrumbados. La gente está horrorizada. No había gente en los edificios derrumbados. Veo edificios derrumbados, pero creo que no había gente dentro”, declaró a la emisora local HalkTV el presidente del Colegio de Arquitectos de Hatay, Mustafa Özçelik.

Suzan Sahin, una diputada por Hatay integrante del Partido Republicano del Pueblo (CHP, por sus siglas en turco), opositor del gobierno que preside Recep Tayyip Erdogan, comentó a la misma emisora que nueve edificios colapsaron y seguramente haya fallecidos, aunque no pudo precisar cuántos.

Ahmet Övgün Ercan, un prestigioso geofísico de la Universidad Técnica de Estambul, manifestó que este sismo, al que calculó una duración de 17 segundos, es un fenómeno normal y anticipó que algunos edificios ya dañados se habrán desplomado.

Lütfü Savas, alcalde de Antioquía, cuyo centro urbano dista una decena de kilómetros del epicentro, aseveró que varios edificios se desplomaron con personas en su interior. Desde el sismo del 6 de febrero, ninguno de los edificios en Antioquía es aún habitable, pero hay equipos de trabajo que pueden haber quedado atrapados.  

Además, muchos sobrevivientes tienen el hábito de reunirse alrededor de fogatas ante los edificios derrumbados para ayudar en la identificación de cadáveres, y pueden estar en riesgo si se desploma algún edificio vecino que aún quede en pie.