En el cierre de una gira de tres días, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski dio un discurso en el Parlamento Europeo, en Bruselas, donde pidió armamento al bloque, además de una tramitación lo más rápida posible de la adhesión del país a la Unión Europea (UE).

Tras ser ovacionado en el momento en el que ingresó en el recinto, el mandatario de 45 años agradeció a los legisladores por su apoyo y expresó: “Nos estamos defendiendo contra la fuerza más antieuropea del mundo moderno”. Luego habló la presidenta del Parlamento, la maltesa Roberta Metsola, quien dijo que ahora los países integrantes del bloque comunitario “deben considerar, rápidamente, como siguiente paso, proporcionar los sistemas y aviones de largo alcance que necesita para proteger la libertad que demasiadas personas han dado por sentada”, según informó el portal EuroNews.

Zelenski llegó a Bruselas procedente de París, donde el miércoles se reunió con el mandatario galo, Emmanuel Macron y también con el canciller alemán Olaf Scholz. Según trascendió, en el encuentro el presidente ucraniano insistió con la solicitud de que las potencias europeas le entreguen armamento pesado de largo alcance. Antes de estar en la capital francesa Zelenski estuvo en Londres, donde se reunió con el primer ministro británico, Rishi Sunak y también con el rey Carlos III. En el Reino Unido el presidente ucraniano pidió específicamente aviones de combate para poder enfrentar los ataques rusos.

Mientras Zelenski sigue pidiendo apoyo, en el terreno la guerra está cerca de llegar al primer año de su comienzo y la región del Donbás sigue siendo el epicentro de los combates.

Este jueves el gobernador ucraniano del óblast (provincia) de Lugansk –una de las que forman el Donbás junto a la de Donetsk– Sergei Gaidai, informó que las fuerzas rusas estaban realizando una “ofensiva máxima” en la zona sur de la provincia.

De acuerdo a lo que informó El País de Madrid, que consignó una entrevista radial concedida por el jerarca ucraniano, Gaidai dijo que “los rusos empezaron la ofensiva” partiendo de la localidad de Kreminna, “sin éxito”, y que la situación en las localidades de Svatove y Bilogorivka está “totalmente controlada”.

Desde hace algunos días varios funcionarios ucranianos habían manifestado que estaban esperando una ofensiva rusa a gran escala, con la que, según ellos, Moscú busca marcar el primer aniversario de la guerra con alguna victoria simbólica. De todas maneras, la inteligencia militar de Ucrania, afirmó que Rusia no tiene la capacidad de hacer una ofensiva general como la que hizo en el comienzo de la guerra, sino que se concentrarán en las provincias del sur y el este del territorio ucraniano.

Del otro lado

También el jueves habló públicamente el presidente ruso, Vladimir Putin, en el marco de una reunión con representantes de la industria de la aviación.

En el evento, consignado por la agencia oficial rusa TASS, el líder del Kremlin afirmó que el país no comenzó las hostilidades, sino que por el contrario está tratando de detenerlas.

“Me gustaría decirlo una vez más: no iniciamos las hostilidades, estamos tratando de terminarlas. Estas hostilidades las iniciaron los nacionalistas ucranianos y quienes los apoyaron en 2014, cuando se produjo el golpe, así fue como todo comenzó. Los eventos en Crimea y en Donbás vinieron después de eso”, dijo el jefe de Estado.

Putin remarcó que el gobierno ucraniano comenzó la guerra en la región del Donbás en 2014 y, en violación de todos los acuerdos y obligaciones, bloqueó efectivamente las provincias de Lugansk y Donetsk, donde se proclamaron repúblicas independientes afines a Moscú que no cuentan con reconocimiento a nivel internacional.

El mandatario ruso dijo que la intención de las fuerzas ucranianas en el Donbás era exterminar a la población ligada a la cultura rusa. “¿Cuánto tiempo podríamos haberla tolerado?”, se preguntó Putin.

Periodista estadounidense responsabilizó al gobierno de su país de hacer estallar los gasoductos del Nord Stream

El experimentado y reconocido periodista de investigación estadounidense Seymour Hersh, ganador de un Premio Pulitzer, acusó al gobierno de Estados Unidos de haber realizado la operación de sabotaje contra los gasoductos Nord Stream, que se construyeron para transportar gas natural desde Rusia a Europa, que fueron severamente dañados por una serie de explosiones submarinas en el Mar Báltico en setiembre del año pasado.

Según informó el portal estadounidense Democracy Now, en su artículo publicado en la plataforma Substack, Hersh afirma que el sabotaje fue perpetrado por buzos de élite estadounidenses, que colocaron explosivos de activación remota durante los ejercicios militares que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) realizó a mediados del año pasado en el Mar Báltico.

Estos habrían sido detonados tres meses después, el 26 de setiembre. Según la versión del periodista, Noruega habría participado en forma directa, y Suecia y Dinamarca habrían prestado su connivencia.

El periodista sostiene que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizó el sabotaje. Hersh mencionó una única fuente no identificada que tenía “conocimiento directo de la planificación operativa”. Una portavoz de la Casa Blanca calificó el informe como una “completa ficción”, mientras que la CIA afirmó que era “total y absolutamente falso”. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega también desmintió las acusaciones.

El informe de Hersh se publica dos semanas después de que la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos de Estados Unidos, Victoria Nuland, hiciera declaraciones sobre el gasoducto Nord Stream 2 durante una audiencia que se celebró en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado sobre la guerra en Ucrania.

“Estoy, y creo que el Gobierno también lo está, muy satisfecha de saber que el Nord Stream 2 es ahora un trozo de metal en el fondo del mar”, expresó Nuland en esa oportunidad.

En diciembre, The New York Times informó que técnicos rusos habían empezado a hacer costosas tareas de reparación en el gasoducto, una medida que generó dudas sobre las afirmaciones de los países occidentales acerca de que Rusia había bombardeado su propio gasoducto.