Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, el expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del país, Dimitri Medvedev, suele ser el funcionario de Moscú que más agresivo se muestra en sus declaraciones públicas.

Siguiendo esa línea, este jueves el alto funcionario del Kremlin dijo que por el momento un acuerdo de paz con Ucrania es muy lejano. También, Medvedev ha asegurado que la paz con Ucrania se ve como algo muy difícil, en parte por el rechazo de este país y de Estados Unidos al “plan de paz” propuesto por China.

“Para implementar cualquier plan se necesita que sea estudiado no sólo aquí, sino al menos en Washington y Kiev, y este no es el caso ahora”, expresó Medvedev, de acuerdo a lo que consignó Associated Press. El representante del gobierno ruso dijo además durante un contacto con medios de prensa que en este momento las relaciones entre Rusia y las potencias occidentales están en su punto más bajo en muchos años.

Por otra parte, Medvedev denunció la decisión de la Corte Penal Internacional (CPI) de emitir una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, a la que calificó de legalmente nula y sin efecto, alegando que la medida se sumó a un “potencial negativo colosal” en los vínculos ya tensos. Sobre este punto, Medvedev manifestó que la eventual detención de Putin por un país extranjero, a raíz de la orden emitida la semana pasada por la CPI, equivaldría a “una declaración de guerra a Rusia”.

“Imaginemos la situación. El jefe de Estado de una potencia nuclear va, digamos, a Alemania, y es detenido. ¿Qué es eso? Una declaración de guerra contra Rusia”, afirmó Medvedev. Si eso ocurre, “todas nuestras capacidades, como misiles y otros, se dirigirán contra el Bundestag, la oficina del canciller, y así sucesivamente”, agregó en tono desafiante.

Esta orden de detención, si bien no tiene validez para Rusia, sí la tiene para centenares de países que reconocen a la CPI. Uno de ellos es Sudáfrica, país que este jueves extendió una invitación formal a Putin para acudir a la cumbre del grupo de economías emergentes BRICS, que se realizará en agosto en la ciudad sudafricana de Durban. Al respecto, la ministra sudafricana de Relaciones Internacionales, Naledi Pandor, confirmó que su país invitó a Putin a la cumbre, aun teniendo en cuenta la orden de arresto contra él.

“El presidente Putin es uno de los líderes de los BRICS y está invitado a la cumbre, aunque pienso que la orden [de detención] de la CPI es un motivo de preocupación”, declaró en Pretoria según informó la agencia Efe. Como Estado miembro de la CPI, Sudáfrica está obligada a cooperar en el arresto de Putin, pero la ministra Pandor informó que el tema será debatido.

“Debemos tener una discusión con el gabinete para decidir cómo actuaremos”, señaló la ministra de Exteriores. Pandor hizo ese comentario después de que Rusia manifestara su confianza en que Sudáfrica garantice un trabajo eficaz para todos los países y sus representantes, incluidos los líderes, en la cumbre.

Sangre y fuego

Las Fuerzas Armadas ucranianas consideran que, pese a los constantes ataques, el asalto ruso a la ciudad de Bajmut está perdiendo fuerza de forma considerable y que las tropas de Kiev “los aprovecharán muy pronto” para liberar la ciudad. Así lo ha asegurado el máximo responsable de las fuerzas terrestres ucranianas, el general Oleksandr Sirski, en lo que parece un anuncio de la esperada ofensiva ucraniana tras recibir los primeros tanques occidentales, informó El País de Madrid. Otras fuentes occidentales ya habían dado cuenta en los últimos días del estancamiento ruso en la ciudad, cuya conquista se considera clave para controlar toda la región del Donbás, compuesta por las provincias de Donestk y Lugansk.

Mientras tanto, el jueves los líderes de los países integrantes de la Unión Europea (UE) tuvieron una cumbre en Bruselas con la situación en Ucrania como eje central, en la que participó el secretario general de Naciones Unidas, el portugués António Guterres.

Zelenski, que habló en forma virtual en el cónclave, en su discurso pidió a los mandatarios del bloque que le entreguen a Kiev aviones modernos y misiles de largo alcance porque, de lo contrario, la guerra se va a seguir extendiendo. Durante su intervención el mandatario ucraniano agradeció el acuerdo al que llegó esta semana la UE para acelerar el envío de un millón de misiles a Ucrania en los próximos 12 meses, pero al mismo tiempo reclamó que se acelere todo lo posible la entrega de los tanques Leopard.