En una entrevista de algo más de media hora que brindó este miércoles a las dos principales cadenas de televisión del país, la privada TF1 y la pública France 2, el presidente francés, Emmanuel Macron, defendió la reforma de las jubilaciones que impuso su gobierno y afirmó que espera que la normativa, que fue aprobada por el Ejecutivo por decreto, sin la aprobación de los diputados, entre en vigor “a finales de año”.

“Esta reforma es necesaria. No me hace feliz. Hubiera preferido no hacerla”, aseguró el mandatario liberal, que reconoció la “impopularidad” de la reforma. Según informó AFP, estas declaraciones de Macron se formularon un día antes de la nueva jornada de movilizaciones convocada por sindicatos y organizaciones políticas y sociales para el jueves en todo el país.

Las palabras de Macron generaron un profundo rechazo entre quienes se oponen a la reforma. Philippe Martinez, líder de la Confederación General del Trabajo (CGT), dijo que las palabras del presidente constituyen “un desprecio para las millones de personas que se están manifestando”.

El gobierno enfrenta desde enero un fuerte rechazo a su plan de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y de adelantar a 2027 la exigencia de aportar 43 años, y no 42, para poder cobrar una jubilación completa.

A las manifestaciones masivas que empezaron en enero se sumó desde comienzos de marzo una serie de paros intermitentes en sectores clave como la energía y el transporte, además de otras acciones de protesta. Desde que el Ejecutivo de Macron aprobó la reforma por decreto, todas las noches ha habido protestas nocturnas en París y otras ciudades del país, en las que los manifestantes chocaron con la Policía y produjeron algunos destrozos de bienes públicos.

Sobre esta situación, Macron dijo que “no toleraremos ningún desborde” y calificó de “sediciosos” a los manifestantes, a los que comparó con quienes asaltaron el Capitolio en Estados Unidos en enero de 2021 y la Plaza de los Tres Poderes de Brasil el 8 de enero de este año.

El lunes, durante un encuentro con legisladores de su partido, Macron advirtió que la “muchedumbre” y los “disturbios” no tenían “legitimidad” sobre los representantes del pueblo, declaraciones que generaron aún más tensión.

En este contexto de alta conflictividad en las calles, las fuerzas de seguridad están siendo cuestionadas por las denuncias de cientos de detenciones arbitrarias. Por esta razón, el miércoles desde Amnistía Internacional se alertó por el “uso excesivo de la fuerza de forma generalizada” y por “las detenciones arbitrarias”, preocupaciones ya expresadas por los partidos opositores de izquierda, abogados, magistrados e incluso la defensora del pueblo.