El gobierno ucraniano solicitó al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas que convoque una sesión extraordinaria para abordar el anuncio de Rusia de que desplegará armamento nuclear táctico en Bielorrusia, país aliado a Moscú.

El Ministerio de Relaciones Exteriores ucraniano manifestó que su país “espera una acción eficaz de Reino Unido, China, Estados Unidos y Francia (estados integrantes del Consejo de Seguridad) contra el chantaje nuclear de Rusia”. Agregó que este es “otro paso provocador del régimen criminal de [Vladimir] Putin, que socava los principios de los tratados de no proliferación de las armas nucleares, la arquitectura de desarme sobre las armas nucleares y los sistemas de seguridad internacional en general”.

Los planes de Moscú de desplegar este armamento se dieron a conocer el sábado. El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que la construcción de instalaciones para el almacenaje de armas nucleares tácticas en Bielorrusia, en acuerdo con el gobierno de ese país, estará terminada el 1º de julio.

La munición con uranio empobrecido, como la que prevé desplegar Rusia, tiene más capacidad de destrucción que la munición convencional y causa contaminación por radiación que afecta el aire y el suelo, señaló la agencia Efe. Se utiliza sobre todo para traspasar el blindaje de carros de combate y buques de guerra.

Este lunes el gobierno ruso defendió este plan y minimizó las críticas que recibe de Ucrania y sus aliados. “La reacción [de Occidente], naturalmente, no puede hacer cambiar los planes de Rusia”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

A su vez, el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev, dijo al periódico Rossiskaya Gazeta que “Rusia posee armamento moderno único capaz de destruir a cualquier adversario, incluido Estados Unidos, en caso de que su existencia se vea amenazada”. Según citó Efe, Pátrushev agregó que su país “es paciente y no intimida a nadie con su superioridad militar”, y acusó a los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de participar directamente en la guerra en Ucrania. “En realidad los países de la OTAN son parte del conflicto. Han convertido a Ucrania en un gran campamento militar. Envían a las tropas ucranianas armas y municiones, les dan información de inteligencia, incluyendo la obtenida con satélites y drones”, dijo.

El lunes la portavoz de la OTAN, la rumana Oana Lungescu, afirmó que esa alianza “está vigilante” y sigue la situación “de cerca”. “No hemos visto cambio alguno en la postura nuclear de Rusia que nos lleve a ajustar la nuestra”, agregó.

Por su parte, el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania, Oleksii Danilov, dijo que el presidente ruso convirtió a Bielorrusia en su “rehén nuclear”. Agregó que “la declaración de Putin es un paso hacia la desestabilización interna del país: maximiza el nivel de percepción negativa y el rechazo público a Rusia y Putin en la sociedad bielorrusa”.

A su vez, el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, el eslovaco Peter Stano, dijo el lunes que el bloque está “preparado para todos los escenarios” y que revisa “esa preparación” mientras el conflicto se desarrolla y “escala la agresión”. Puso énfasis en “rechazar” el anuncio de Putin y destacó que es necesario “ver lo que tiene que decir el lado bielorruso, el régimen de [el presidente del país, Alexandr] Lukashenko, que ya es cómplice de esta agresión”. Consideró que, si se cumple lo anunciado por Putin, “sería una escalada” que “pondría en peligro la seguridad europea y no quedaría sin respuesta por parte de los Estados miembros”.

El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, dijo en Twitter que Bielorrusia todavía puede “detener” esta iniciativa y consideró que si ese país albergara “armas nucleares rusas significaría una escalada irresponsable y una amenaza para la seguridad europea”. También el portavoz del gobierno alemán, Steffen Hebestreit, calificó de “otro paso en la escalada” el anuncio, “al menos en términos retóricos”.

Por su parte, el vocero de la cancillería china, Mao Ning, pidió “esfuerzos diplomáticos para una resolución pacífica de la situación”. Agregó que “en la situación actual, todas las partes han de colaborar para una desescalada”.