Una situación de mucha tensión se está viviendo en la frontera que comparten Chile y Perú por la presencia en la zona de centenares de migrantes, la mayor parte de ellos venezolanos, que están siendo hostigados por fuerzas policiales de ambos países.
Según informó el diario chileno La Tercera, los migrantes se encuentran a un lado de la carretera Panamericana, entre los complejos fronterizos de Chacalluta en Arica, Chile, y Santa Rosa en Tacna, Perú, rodeados de cordones policiales chilenos y peruanos que impiden su paso a uno u otro país.
En este contexto, el miércoles la presidenta peruana, Dina Boluarte, anunció cuatro medidas aprobadas en el Consejo de Ministros tendientes a mejorar el control en el extremo sur. Los medios peruanos destacan que las iniciativas fueron tomadas en respuesta al endurecimiento de medidas tomadas por el gobierno chileno.
Así, se declaró el estado de emergencia en las zonas fronterizas de las regiones de Tumbes, Piura, Cajamarca, Amazonas, Loreto, Madre de Dios y Tacna. Con esta medida las Fuerzas Armadas están facultadas para apoyar a la Policía Nacional en las operaciones de control de fronteras y la preservación del orden interno en estas zonas.
Desde hace algo más de dos semanas, grupos de migrantes se encuentran en la frontera, provenientes de Chile, tratando de ingresar a Perú, realizando bloqueos y protestas esporádicas, incluso chocando en ocasiones con la Policía. La crisis se agravó el domingo, luego de que se emitiera un informe del programa de televisión Cuarto poder, del canal peruano América Televisión, que mostró cómo militares chilenos habrían ayudado, en medio de la noche, a un grupo de extranjeros a ingresar a Perú por pasos no habilitados.
Según dijo al diario limeño La República el gobernador regional de Tacna, Luis Torres, 70% de los migrantes están indocumentados e ingresaron a Perú por pasos no habilitados. Él había pedido la militarización de la frontera, como lo hizo Chile desde febrero, debido a problemas de seguridad.
Por su parte, Gerardo Espíndola, alcalde de Arica, dijo a Radio Programas del Perú que la situación es complicada en la zona fronteriza y por eso se planteó la iniciativa de establecer un “corredor humanitario” y así trasladar a los migrantes ilegales a sus respectivos países. “Tenemos que dar algún tipo de apoyo y respuesta”, dijo Espíndola sobre la situación de los migrantes.
Indicó que esta situación se detectó hace cinco meses, sobre todo la de los venezolanos, porque los haitianos ya estaban en la zona desde hace bastante tiempo más. “Si no se ordena la migración, va a pasar lo mismo que con la de Venezuela, que ante la falta del Estado aparecieron las mafias, los carteles, los traficantes de personas y de criminales que se aprovechan de la situación y se internan en nuestros países con armas y cometiendo una serie de delitos”, manifestó.
Lo delicado de la situación en la frontera generó una alerta por una eventual crisis humanitaria debido a la falta de agua, comida e instalaciones higiénicas. La Organización Internacional de Migraciones expresó su preocupación por las penurias que están pasando las personas en esta situación.
El representante de este organismo en Perú, Matteo Mandrile, señaló que se han reportado casos de niños con fiebre, deshidratación, así como madres gestantes, y reiteró su pedido a un diálogo entre las autoridades de Perú y de Chile para llegar a una solución a esta crisis.