El Departamento de Justicia de Estados Unidos ordenó el comienzo de una investigación penal en torno a una aparente filtración de documentos del Pentágono que revelan detalles sobre el rol del país en la guerra de Ucrania y las operaciones rusas en Ucrania, entre otras cosas.

Funcionarios estadounidenses que declararon bajo condición de anonimato a agencias internacionales dijeron que la amplitud de los temas tratados en los documentos, que tocan la guerra en Ucrania, China, Medio Oriente y África, sugieren que fueron filtrados por un estadounidense, aunque no se descartó que agentes prorrusos estuvieran implicados en el asunto, que está generando una situación de extrema incomodidad a Washington.

Según expresaron altos funcionarios de la Casa Blanca, la información confidencial filtrada y difundida en redes sociales no incluye planes demasiado delicados, pero las autoridades de este país temen que pueda proporcionar pistas clave para los militares rusos y, sobre todo, que puedan generar rispideces con países que tienen una fuerte alianza con Estados Unidos, como Israel y Corea del Sur, que parecen haber sido espiados. Los documentos, con las etiquetas “Secreto” y “Máximo secreto”, habrían aparecido la semana pasada publicados en diversas cuentas de Twitter y difundidos a través de Telegram, aunque algunos habían sido publicados hace semanas en la red social Discord y en la plataforma 4Chan.

Los analistas consultados por el periódico The New York Times, que la semana pasada publicó un informe que sirvió para darle alcance masivo a la noticia, afirman que es difícil estimar el daño real de esta fuga de datos para la ofensiva ucraniana. Por lo pronto, Ucrania ya cambió algunos de sus planes militares debido a la filtración de secretos relativos a su estrategia en la guerra contra Rusia, dijo a CNN una fuente cercana al presidente Volodímir Zelenski.

Este lunes desde el Kremlin se expresó que los supuestos documentos filtrados del Pentágono son “bastante interesantes”, y el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, dijo que “no puede descartarse” que Estados Unidos haya estado espiando al presidente ucraniano desde el comienzo de la guerra, después de que la cadena de televisión estadounidense CNN informara durante el fin de semana que uno de los documentos filtrados apuntaría en esta dirección.

“El hecho de que Estados Unidos iniciara hace tiempo la vigilancia de varios jefes de Estado, especialmente en capitales europeas, ha salido a la luz en repetidas ocasiones y ha causado varios escándalos”, manifestó Peskov en declaraciones recogidas por el diario ruso Izvestia y consignadas por el portal Europa Press.

Otros documentos detallan cómo el gobierno de Estados Unidos presionó sin éxito a Israel para que le venda armas al gobierno ucraniano. Pero el dato más sensible tiene que ver con la revelación de un documento sobre el supuesto papel que están jugando los servicios de inteligencia del Mosad como promotores de las protestas sociales en las calles contra la reforma judicial que pretende implementar el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Esta información fue negada de manera categórica por el Mosad, que calificó en un comunicado la presunta injerencia en las manifestaciones como “pura mentira”.

Además, de acuerdo a las filtraciones, la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) estuvo interceptando comunicaciones del gobierno de Corea del Sur sobre el posible envío de ayuda militar a Ucrania.

Otra fuga sensible, no se sabe si manipulada por los que filtraron los datos secretos, son varias imágenes en las que aparece la ubicación diaria de las Fuerzas Armadas ucranianas. Algunos funcionarios estadounidenses advirtieron de que los documentos habían sido alterados. El material filtrado se refiere a las capacidades de los ejércitos ruso y ucraniano y, en concreto, describe la “escasez crítica de municiones de defensa aérea” y analiza “los avances logrados por las tropas rusas alrededor de la ciudad oriental de Bajmut”.

Sobre la situación rusa, uno de los documentos, fechado el 23 de febrero, señala que los sistemas de defensa aérea S-300 de Ucrania se agotarían a comienzos de mayo si seguían utilizándose como hasta ese momento. La CNN asegura también que en uno de los documentos filtrados, fechado en febrero, se estima que la batalla por la región del Donbás “probablemente se dirija hacia un punto muerto a lo largo de 2023”.

Dos funcionarios de Defensa estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato debido a lo delicado del asunto, dijeron a a la agencia Reuters que el Pentágono estaba examinando los procedimientos que rigen la amplitud con la que se comparten algunos de los secretos más sensibles de Estados Unidos.

El Pentágono informó el domingo en un comunicado que un esfuerzo interinstitucional estaba evaluando el impacto que los documentos fotografiados podrían tener en la seguridad nacional de Estados Unidos, así como en la de sus aliados cercanos.