El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, recibió este martes en Brasilia a sus pares sudamericanos para participar en un “retiro” para conversar sobre integración regional. Uno de los objetivos del mandatario brasileño es discutir la posibilidad de relanzar la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), de la que Uruguay se retiró en marzo de 2020 y sobre la que el oficialismo, posición que el propio presidente Luis Lacalle Pou ha ratificado que mantendrá.
La apertura del encuentro fue la mañana de este martes en el Palacio Itamaraty. Los presidentes invitados -a excepción de la peruana Dina Boluarte, que estuvo representada por el jefe de Gabinete, Alberto Otárola- llegaron en las primeras horas de la mañana. Pasadas las 10.30, Lula brindó su discurso de bienvenida y fundamentó los motivos que impulsaron esta convocatoria entre los presidentes de América del Sur.
En su oratoria, el mandatario brasileño remarcó la necesidad de reforzar la unión entre los países de la región. “Entendemos que la integración es fundamental para el fortalecimiento de América Latina. Una América del Sur fuerte, segura y políticamente organizada amplía las posibilidades de afirmar una verdadera identidad latinoamericana y caribeña a nivel internacional”, expresó.
Lula destacó la importancia de que los países miren a la región “en conjunto” y planteó la necesidad de una “visión común” para el impulso de acciones concretas vinculadas a distintos aspectos, como el desarrollo sostenible, la paz y el bienestar de las sociedades sudamericanas. “Lo que nos une hoy en Brasilia es el sentido de urgencia de mirar colectivamente en nuestra región”, señaló.
El presidente de Brasil señaló que cuando se creó la Unasur en 2008, los países lograron unirse, a pesar de sus posiciones políticas y diferencias ideológicas, para “abrazar un futuro compartido” y establecer relaciones de confianza. “Consolidamos nuestros lazos a través de un diálogo político amplio, que dio cabida a las diferencias y nos permitió identificar denominadores comunes”, sostuvo y continuó: “Implementamos iniciativas de cooperación en áreas como salud, infraestructura y defensa”.
Asimismo, sostuvo que la Unasur contribuyó a “importantes ganancias comerciales”. “Formamos una robusta zona de libre comercio, cuyas cifras alcanzaron un valor récord de 124.000 millones de dólares en 2011”, apuntó. Por otra parte, comentó que el organismo fue efectivo para resolver disputas entre países de la región y permitió “resultados significativos en la reducción de la deforestación y los ilícitos transnacionales”.
Sin embargo, Lula sostuvo que en los últimos años “en la región dejamos que las ideologías nos dividieran e interrumpieran el esfuerzo de integración”. “Abandonamos los canales de diálogo y los mecanismos de cooperación y, con eso, todos perdimos”, agregó.
En ese sentido, Lula criticó al gobierno del expresidente Jair Bolsonaro y lo responsabilizó de romper “con los principios que rigen nuestra política exterior”, además de que “le cerró las puertas a socios históricos”. Brasil salió de la Unasur durante el gobierno de Bolsonaro y volvió el mes pasado tras el retorno de Lula al gobierno, junto a Argentina.
Hacia el final de su oratoria, el presidente de Brasil volvió a remarcar la importancia de fortalecer el diálogo y la cooperación entre los países de la región en beneficio de sus poblaciones. Señaló que en el contexto actual “es aún más desafiante que en el pasado” y por eso es aún más necesario retomar los intercambios. “Los foros de gobernanza global enfrentan serias dificultades para ofrecer respuestas justas y efectivas a los problemas actuales”, agregó.