Después de 11 semanas de negociaciones, el líder del conservador Partido de la Coalición Nacional (KOK, por sus siglas en finés), Petteri Orpo anunció este jueves en Helsinki que su sector, el más votado en las elecciones parlamentarias de abril, había llegado a un acuerdo con los ultraderechistas del Partido de los Finlandeses y con otras dos formaciones minoritarias para formar el nuevo gobierno de la nación nórdica.

“Todos los problemas se han resuelto y los documentos están listos”, dijo Orpo, quien de esta manera se convertirá en el sucesor de la socialdemócrata Sanna Marin, que está al frente del Ejecutivo del país desde 2019.

Al lograr que su partido, junto a los finlandeses nacionalistas euroescépticos y contrarios a la inmigración, el Partido Popular Sueco que como indica su nombre representa a la minoría sueca que habita en el país y los Demócratas Cristianos acuerden una plataforma común, Orpo conducirá un giro político hacia la derecha del país, que el mes que viene en la cumbre que se realizará en Lituania será admitido como nuevo miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Durante las negociaciones, todos los sectores que conformarán la coalición de gobierno lograron llegar a un acuerdo para definir políticas comunes respecto a la inmigración, política climática y finanzas públicas, entre otros temas, pese a que en el proceso hubo dificultades.

“Hemos estado en desacuerdo en algunos temas, pero lo que nos une es que queremos arreglar las cosas en Finlandia”, manifestó Orpo de acuerdo a lo que consignó la agencia Reuters. El dirigente conservador agregó que el sábado se publicará el acuerdo con todos los detalles sobre las carteras que ocupará cada sector y las políticas en común que llevará adelante la coalición, informó el diario local Helsingin Sanomat.

Por su parte, la líder del ultraderechista Partido de los Finlandeses, Riikka Purra, manifestó que a pesar de que las negociaciones fueron “una extensa lucha”, debido principalmente al estado de las finanzas públicas, se logró llegar a un acuerdo en el que el último punto que se discutió fue la distribución de los cargos ministeriales. Sobre este punto todavía no está del todo claro qué rol jugará el sector de extrema derecha en el gobierno porque el reparto de los cargos aún no fue anunciado.

Analistas locales y de la región esperan que el gobierno de Orpo apunte a una drástica reducción del déficit fiscal, recortando los beneficios de desempleo y asistencia social, y que también desaliente la inmigración y dé marcha atrás con algunos compromisos ambientales. De todas maneras, por lo duro de las negociaciones previas, habrá que esperar el inicio de la nueva gestión para saber con certeza el alcance real que tendrán estas medidas.

Durante la campaña electoral previa a las elecciones de abril Orpo se mostró a favor de reducir los impuestos y también de vender parte de los paquetes accionarios de algunas empresas controladas por el Estado finlandés. En las elecciones de abril el KOK liderado por Orpo fue la fuerza más votada y logró 48 escaños de los 200 que tiene el Eduskunta, el órgano unicameral parlamentario del país. El segundo sector que obtuvo más apoyos fue el Partido de los Filandeses que en la mejor votación de su historia alcanzó los 46 escaños, mientras que los socialdemócratas de la primera ministra saliente Sanna Marin quedaron en tercer lugar con 43 representantes.

Para asegurar una mayoría absoluta en el Parlamento, Orpo incluyó en la coalición al Partido Popular Sueco, que tiene nueve escaños, y a los Demócratas Cristianos que tienen cinco representantes, lo que eleva el apoyo total del nuevo gobierno a 108 legisladores.