Durante la madrugada del miércoles fueron detenidas 31 personas por participar en los disturbios que se registraron en numerosas localidades de la periferia de París, luego de que manifestantes salieron a las calles para expresar su repudio ante la muerte de un adolescente a manos de la Policía en la localidad de Nanterre, ubicada en las afueras de la capital francesa.

Según un primer reporte, un policía le disparó a Naël, un adolescente de origen argelino de 17 años, porque intentó atropellarlos a él y su compañero, que lo habían detenido por un control de tránsito a las 20.30 del martes. Pero un video registrado por un testigo mostró que los policías no habían estado en peligro.

En el video se ve que uno de los policías habla con Naël mientras otro le apunta a través de la ventanilla del conductor. Finalmente, el adolescente, que manejaba el auto sin libreta de conducir, intenta escapar, sin atropellar a los policías, y uno de ellos le disparó, matándolo. El funcionario, de 38 años, quedó detenido.

La Justicia abrió dos investigaciones, una por homicidio voluntario cometido por una persona depositaria de la autoridad pública, y otra sobre el proceder de Naël, por saltarse un control policial. La abogada de la familia del adolescente, Jennifer Cambla, transmitió la indignación que generó esa última investigación y señaló que en Francia no se puede juzgar a alguien que ya murió, publicó la agencia de noticias Efe.

La abogada adelantó además que la familia tiene intención de denunciar a los policías involucrados por haber mentido en su primera declaración. Cambla insistió en que la reacción de los dos funcionarios “no entra en el marco de la legítima defensa” porque “sentirse amenazado no es suficiente para dispararle una bala en el tórax” a alguien.

La indignación también se expresó en las manifestaciones de la noche del martes, que derivaron en disturbios. Según el prefecto de Policía de París, Laurent Núñez, se incendiaron 42 vehículos y las fuerzas de seguridad evitaron el saqueo de comercios y edificios públicos. A su vez, 24 policías resultaron heridos.

El gobierno anunció el miércoles que desplegaría 2.000 policías para evitar nuevos disturbios. Por su parte, el ministro de Interior, Gérald Darmanin, hizo el miércoles un “llamamiento a la calma” y aseguró que se conocerá toda la verdad sobre lo sucedido con Naël.

También el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió calma y se solidarizó con la familia del adolescente asesinado. Insistió en que “nada justifica la muerte de un joven”, algo “inexplicable e inexcusable”. Macron dijo que espera que la Justicia actúe rápido, pero con la serenidad necesaria para llegar a la verdad. “En un contexto así hace falta [...] respeto por Naël y su familia, calma para que haya justicia y también calma en todas partes, porque no necesitamos que la situación se incendie”, agregó.

Por su parte, el alcalde de Nanterre, Patrick Jarry, también llamó este miércoles a que se “aclaren cuanto antes las circunstancias de la tragedia”. Jarry informó que su alcaldía puso a disposición de la Policía las imágenes que captaron cámaras de videovigilancia de la zona en la que ocurrieron los hechos. Transmitió sus condolencias a la familia del adolescente fallecido y llamó “a todos y cada uno a la moderación y la dignidad, a pesar de la legítima emoción que suscita esta tragedia”. El martes de noche había manifestado en su cuenta de Twitter que “la pena de muerte ya no existe en Francia” y que “ningún policía tiene derecho a matar excepto en defensa propia”.

Como él, varias figuras públicas repudiaron lo ocurrido, entre ellas los futbolistas Kylian Mbappé, de Paris Saint-Germain, y Jules Koundé, de Barcelona, señaló Efe. El primero publicó en Twitter: “Me duele Francia. Una situación inaceptable. Estoy con la familia y los allegados de Naël, este angelito que se ha ido demasiado pronto”. A su vez, Koundé, manifestó su apoyo a la víctima y afirmó: “Esta es la realidad y es dramática”.

El Parlamento francés hizo el miércoles un minuto de silencio por la muerte de Naël. Según informó el diario Libération, la bancada de La Francia Insumisa, el partido izquierdista que lidera Jean-Luc Mélenchon, pidió en un comunicado “la suspensión inmediata del autor del disparo y de los policías que mintieron para cubrir su acto” y abogó por “una reforma en profundidad del funcionamiento de la Policía nacional, que debe ser una policía republicana mejor formada, despejada de arbitrariedad y racismo, dotada de una instancia de control independiente”.

Mélenchon consideró que “estas muertes comprometen la autoridad del Estado”. En Twitter manifestó que “el cuerpo de la Policía tiene que rehacerse completamente y sus asesinos deben ser castigados. Los policías republicanos no deben dejarse deshonrar más por este tipo de compañeros”.