Decenas de miles de personas salieron a las calles de varias ciudades israelíes este martes en una “jornada de resistencia” contra la reforma judicial que impulsa el gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu.

Los manifestantes cortaron los accesos a varias de las principales ciudades y protestaron en la avenida Kaplan de Tel Aviv, en el aeropuerto internacional de Ben Gurion y en la residencia del primer ministro en Jerusalén, entre otros puntos.

Las movilizaciones, que ya se habían desplegado en los últimos meses en rechazo a esta iniciativa, se reactivaron el martes luego de que la Knésset, el Parlamento israelí, aprobara durante la madrugada, en una primera votación, uno de los puntos más cuestionados de la reforma, la eliminación de la llamada “doctrina de la responsabilidad”.

Esa doctrina permite a la Suprema Corte revisar y revocar decisiones del gobierno según si estas son consideradas razonables o no. Para los defensores de esta doctrina, se trata de un contrapeso al poder que reúne el Ejecutivo en el país, actualmente en manos de una coalición de derecha y extremistas de ultraderecha. Quienes se oponen a la reforma entienden que amenaza la separación de poderes y la independencia de la Justicia en el país, al darle un amplio margen de acción al Ejecutivo, sin este y otros controles.

A su vez, el gobierno considera que la doctrina de la responsabilidad otorga a los tribunales demasiada discrecionalidad para actuar en asuntos políticos que corresponden al Ejecutivo. Argumenta, además, que la revisión de las decisiones gubernamentales todavía podría tener lugar en casos de ilegalidad, desproporcionalidad o discriminación.

La eliminación de la doctrina de la responsabilidad es considerada uno de los puntos centrales de esta reforma. Si se vota de manera definitiva cuando está previsto, antes del receso parlamentario que comienza el 31 de julio, será también el primer punto de esta iniciativa en ponerse en marcha.

Este martes en la votación la propuesta recibió el apoyo de los 64 legisladores del oficialismo y el rechazo de los 56 de la oposición. Los integrantes de las bancadas opositoras corearon la palabra “vergüenza” en la cámara cuando se conoció el resultado de la votación.

Según recordó la agencia Efe, a finales de marzo se desató otra ola de protestas contra esta reforma cuando Netanyahu destituyó al ministro de Defensa, Yoav Gallant, por pedir públicamente que se dejara de impulsar esta iniciativa y se abriera un diálogo con la oposición al respecto.

Ese diálogo en busca de un proyecto de reforma que conciliara las distintas posiciones fue abierto, pero se rompió en junio. La oposición se retiró de las negociaciones argumentando que el gobierno no tenía intención de buscar un consenso y estaba decidido a avanzar con la reforma en cualquier caso. Aunque el presidente, Isaac Herzog, llamó a retomar las conversaciones, quedaron interrumpidas.

También en marzo, en medio de las protestas, se frenó otro punto de la reforma que cambiaba la composición del comité que se encarga de seleccionar a los jueces y daba al gobierno un mayor control sobre ese órgano. Ese es otro de los pilares de la reforma impulsada por el Ejecutivo. Otro punto permite sustituir a los asesores legales de los ministerios por cargos políticos.

Por su parte, las manifestaciones continuaron cada sábado, promovidas por diversos colectivos, y se reactivaron el martes tras la votación, con convocatorias a defender la democracia. En varios puntos las protestas fueron reprimidas con chorros de agua, policías montados a caballo y decenas de detenciones. En un balance provisorio, el diario israelí Haaretz informó que 77 personas habían sido arrestadas.

El jefe de la Policía, Kobi Shabtai, se desplazó hasta el aeropuerto de Tel Aviv para supervisar el despliegue de seguridad y dijo que, si bien los manifestantes “tienen derecho a protestar” en un área específica del lugar, se usaría “la fuerza contra cualquiera que use la fuerza contra la Policía”.

También se desplazó hacia uno de los centros de protesta, la calle Kaplan de Tel Aviv, el líder del partido Unidad Nacional, el opositor Benjamin Gantz. Según citó Efe, el dirigente expresó su apoyo a los manifestantes. “Están preocupados por el país y, ante esta preocupación, están aquí encabezando esta lucha. Les pido que sigan en esta dirección. Finalmente, las protestas bloquearán este golpe de Estado judicial”, dijo.