Medios nicaragüenses e internacionales habían informado el miércoles que Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa, un reconocido opositor al gobierno que preside Daniel Ortega, había sido liberado tras una negociación en la que participaron representantes del Ejecutivo, de la Conferencia Episcopal y del Vaticano, pero finalmente esto no sucedió.

De acuerdo a lo que informó el portal nicaragüense Confidencial, que actualmente está funcionando desde Costa Rica, Álvarez había sido liberado del Sistema Penitenciario Jorge Navarro, coloquialmente conocido como La Modelo, centro de detención situado en la localidad de Tipitapa, cerca de la capital, Managua, pero este miércoles fue devuelto por las autoridades a su celda de máxima seguridad, al no alcanzarse un acuerdo para lograr su liberación definitiva.

En agosto del año pasado, el obispo Álvarez había sido detenido al igual que otros representantes de la iglesia, acusado de “organizar grupos violentos”, con la supuesta finalidad “de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales”. Esta situación generó la reacción del papa Francisco, quien en aquel momento desde el Vaticano manifestó su preocupación por las detenciones.

En estos días, fuentes eclesiásticas y también diplomáticas informaron a Confidencial que el Vaticano, por voluntad expresa del papa, había enviado a Nicaragua a un representante diplomático de su Secretaría de Relaciones Exteriores para negociar con el gobierno de ese país la excarcelación y el exilio de Álvarez.

Sin embargo, la negociación no llegó a buen puerto porque el obispo no aceptó los términos impuestos para su destierro. Una fuente vinculada a Álvarez recordó que desde que fue detenido en todo momento se negó a aceptar la opción del destierro o el exilio que pretenden imponerle, y reclama su libertad incondicional y la de todos los sacerdotes encarcelados. Por esa razón, se negó a aceptar el destierro y a perder la nacionalidad nicaragüense, pena que el gobierno impuso a más de 200 personas que estaban presas en febrero de este año.

Personas allegadas a Álvarez explicaron que este únicamente aceptaría irse del país si el papa Francisco se lo pidiera u ordenara de manera expresa, algo que hasta el momento no sucedió.

Por su parte, el cardenal Leopoldo Brenes, en declaraciones consignadas por el periódico nicaragüense La Prensa, calificó de “pura especulación” la noticia de la excarcelación de Álvarez y dijo que “él se mantiene en la cárcel La Modelo”. Brenes dijo además que él personalmente no había tenido contacto con Álvarez, pero sí lo habían tenido integrantes de la familia del obispo.

El rumor de la posible salida de la cárcel y el destierro a Roma del líder católico tomó fuerza en los últimos días, recordó el diario Nicaragua Actual. Defensores de los derechos humanos, entre otros Bianca Jagger –exesposa del cantante de The Rolling Stones, Mick Jagger–, aseguraron en sus redes sociales tener información fidedigna sobre la salida hacia Roma de Álvarez, sobre quien pesa una condena de 26 años y cuatro meses de cárcel.

Además del Vaticano, otros gobiernos y entidades reclamaron por la liberación del obispo, entre otros Estados Unidos y la Unión Europea. La semana pasada, más precisamente el 28 de junio, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dependiente de la Organización de Estados Americanos, le dio un plazo de nueve días al gobierno de Ortega para que libere al religioso. “Requerir al Estado de Nicaragua para que de forma inmediata proceda a la liberación de Monseñor Rolando José Álvarez Lagos, Obispo de Matagalpa, asimismo para que adopte las medidas necesarias para proteger eficazmente su vida, salud e integridad personal”, expresaba el texto emitido por la CIDH.

La Corte logró determinar que la detención del obispo católico el año pasado implica una “serie de factores de riesgo que imponen la adopción de medidas provisionales, ya que se encuentra en una situación de gravedad y de daños irreparables a su vida, salud e integridad personal”.