Las autoridades electorales de Guatemala ya comenzaron la distribución de las urnas que se emplearán en las elecciones presidenciales del domingo, en las que competirán Sandra Torres, candidata del partido derechista Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), y el centroizquierdista Bernardo Arévalo, líder del Movimiento Semilla.
El diario local Prensa Libre informó que este miércoles se celebró la última reunión entre los integrantes del Tribunal Supremo Electoral y los representantes de los partidos en pugna para definir todos los detalles de la jornada, para la que están habilitadas para votar aproximadamente 9,5 millones de personas.
La campaña previa a los comicios estuvo pautada en su primera fase por una operación judicial tendiente a dejar fuera de competencia a Arévalo, al pedir la inhabilitación del partido por presuntas irregularidades en su inscripción. Finalmente, y ante la atenta supervisión de la comunidad internacional y en particular de la Organización de Estados Americanos (OEA), que envió una misión especial al país para supervisar todo el proceso electoral, el pedido realizado inicialmente por la Fiscalía quedó sin efecto.
En la primera vuelta electoral del 25 de junio, Sandra Torres consiguió el 21,10% y Arévalo sorprendió al obtener el 15,61% y quedar en el segundo puesto. Las elecciones de junio estuvieron pautadas por un alto ausentismo –acudió a las urnas 59% de los habilitados– y por un elevado porcentaje de votos anulados (17,33%) y en blanco (casi 7%).
En esta ocasión, en la previa, todas las encuestas de intención de voto coinciden en que Arévalo va por delante de Torres.
Una encuesta realizada por la Fundación Libertad y Desarrollo consignada por la agencia Prensa Latina marca que el líder del Movimiento Semilla obtendría 61% de los votos válidos, contra 39% de la ex primera dama durante el gobierno de Álvaro Colom, entre 2008 y 2012.
Otro sondeo difundido en las últimas horas, elaborado por la consultora Cid Gallup, le da 45% de los apoyos a Arévalo y 27% a su rival, en tanto que 29% de los encuestados dijo que iba a votar anulado o que todavía no había decidido qué hacer.
Consciente de que sus posibilidades de acceder a la presidencia están en serio peligro, Torres –quien ya perdió las elecciones de 2015 contra Jimmy Morales y las de 2019 contra el actual presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei–, apeló en los últimos días directamente a difundir mentiras sobre presuntas políticas que llevaría adelante Arévalo en caso de ser electo.
En un encuentro celebrado el martes en la sede de la mayor organización de veteranos militares que existe en el país, que agrupa a cerca de 380.000 personas, la candidata de 67 años coincidió con ellos en que Arévalo representa una amenaza para la democracia y las familias de la nación, informó la agencia Associated Press.
Un día antes, durante el último debate antes de las elecciones, Torres había dicho que Arévalo no conocía realmente Guatemala porque nació en Uruguay cuando su padre, el expresidente Juan José Arévalo, estaba exiliado después del derrocamiento de su sucesor, Jacobo Arbenz, quien también vivió un tiempo en Montevideo. “Hoy, más que nunca, Guatemala está en peligro”, dijo Torres, y advirtió que Arévalo disolvería el ejército, legalizaría el matrimonio entre personas del mismo sexo y expropiaría propiedad privada. “No queremos comunismo en Guatemala”, agregó.
Arévalo, por su parte, dijo que dichas propuestas son inexistentes y forman parte de una “campaña negra” promovida por Torres y su partido “a falta de argumentos”, y aseguró que en ningún momento en su propuesta se ha planteado la legalización del aborto. “Vamos a cumplir las leyes y la Constitución”, expresó el candidato del Movimiento Semilla.