Desde el 24 de abril al 30 de junio de este año, 238 supuestos integrantes de bandas armadas fueron asesinados en Haití por civiles o por “grupos de autodefensa” que participan en el movimiento llamado Bwa Kale, que en idioma creole haitiano significa “erradicar”. Así lo reportó un informe elaborado por la Unidad de Derechos Humanos de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití.
Estos grupos de autodefensa surgieron ante el incremento de la violencia de parte de las pandillas. “Frustrados por la debilidad de las instituciones estatales” y “armados con machetes, piedras y bidones de gasolina” los civiles actúan para impedir que los miembros de las bandas armadas ingresen a sus barrios, señala el informe, citado por la agencia Efe.
La ONU advierte en el documento que la “justicia popular”, además de violar los derechos humanos, genera riesgos de fragmentar la capital del país, Puerto Príncipe, en “pequeñas zonas hostiles entre sí, con líneas divisorias entre barrios bajo la influencia de diferentes ‘grupos de autodefensa’”. Estas organizaciones, a su vez, corren riesgo de convertirse en nuevas pandillas, al tiempo que se normalizan los linchamientos y se consolida el debilitamiento de la Policía.
Durante los meses que abarca el informe, murieron 13 policías en hechos violentos relacionados con las pandillas, y 467 integrantes de estas bandas fallecieron en linchamientos (238), operaciones policiales (119), violencia entre bandas rivales (96) y ejecuciones extrajudiciales cometidas por funcionarios del gobierno de Les Cayes y Miragoâne (7).
El fin de semana, según reportó la agencia, cientos de seguidores de un pastor que se propone terminar con las bandas armadas, Marcorel Zidor, participaron en una manifestación que terminó en un número indeterminado de muertos en el barrio de Canaan, en la capital. La Policía comunicó que no pudo frenar a los manifestantes porque se convocaron de forma “espontánea”, aunque mantuvo “conversaciones con vistas a convencer a los organizadores de no continuar para evitar una matanza a manos de los delincuentes, que cuentan con un arsenal de guerra”. También algunos de los manifestantes iban vestidos con uniformes verde oliva y armados con machetes y fusiles de asalto, informó.
De acuerdo con la Policía, los manifestantes sortearon los dispositivos de seguridad y llegaron a enfrentarse a los integrantes de la banda. La confrontación dejó “muertos por bala y varios heridos entre las filas de los manifestantes”, que también fueron víctimas de secuestros. El caso es investigado por la Fiscalía, que anunció que iniciaría acciones contra todos los involucrados, incluso contra el pastor, a quien los familiares de los participantes en la marcha responsabilizan de lo ocurrido por haberla organizado.
La violencia en Haití ha dejado más de 165.000 desplazados internos en el país, en su mayoría en Puerto Príncipe, señaló en junio un documento de la Organización Internacional para las Migraciones.
Según el informe divulgado este jueves por Naciones Unidas, durante los seis primeros meses de 2023 3.494 personas fueron víctimas de asesinato, lesiones y secuestros. Esos delitos se concentraron en el segundo trimestre, en el que aumentaron 14% con respecto al anterior. Esto se debió, agrega el documento, a un aumento de la actividad de las bandas y los grupos de autodefensa.
La mayoría de estos crímenes, 82%, se concentran en el departamento del Oeste, donde se encuentra Puerto Príncipe, pero también se extienden por Artibonite, donde se registró 13% de los casos. En Artibonite, en particular, se reportan 48% de los secuestros, en su mayoría de pasajeros de transporte público, y se denunciaron varios casos de mujeres violadas durante su cautiverio. En todo el territorio haitiano fueron secuestradas 298 personas durante el segundo trimestre del año, 24% menos que en el primero.
“Las bandas han seguido utilizando la violencia sexual, en particular las violaciones colectivas y las mutilaciones, para sembrar el miedo y castigar a las poblaciones bajo el control de sus rivales”, señala el informe de Naciones Unidas, y agrega que los integrantes de esos grupos armados también “cometen actos similares contra las mujeres y niñas que viven en barrios bajo su influencia”.
El presidente de turno de la Comunidad del Caribe, Roosevelt Skerrit, primer ministro de la isla de Dominica, informó el miércoles que los representantes de ese organismo se reunirán la semana que viene para debatir sobre la situación sociopolítica en Haití con el objetivo de coordinar esfuerzos internacionales para intentar solucionarla.