Un terremoto de 7,6 grados en la escala Richter sacudió la península de Noto, en la prefectura de Ishikawa, el 1º de enero a las 16.10 hora local. El terremoto, que marcó el comienzo de año en Japón, generó alertas de tsunamis con la posible llegada de olas de hasta cinco metros de altura en Ishikawa y de hasta tres metros en las prefecturas de Fukui, Toyama, Hyogo, Niigata y Yamagata, según informó la agencia Efe.
De acuerdo a lo informado por Efe, olas de al menos 1,2 metros de altura azotaron el puerto de Wajima, en Ishikawa, diez minutos después del seísmo más fuerte. A su vez, hubo una serie de tsunamis más chicos en otros lugares, como en la isla principal más al norte de Japón, Hokkaido.
Por otra parte, este martes los fallecidos ascendieron a 57, según informó la emisora pública japonesa NHK. A su vez, la Agencia Meteorológica de Japón cesó los avisos de tsunami a lo largo de algunas partes de la costa occidental del país.
Al momento, hay unas 500 personas varadas en el aeropuerto de Noto, después de que la terminal aérea sufriera consecuencias estructurales. En el lugar se provee comida y mantas; las carreteras aledañas al lugar se encuentran dañadas y los allí ubicados no pueden salir.
La localidad más afectada por el terremoto fue Wajima, que tiene unos 27.000 habitantes. Allí, al menos 30 viviendas unifamiliares sufrieron graves daños, 25 edificios se derrumbaron y hay 14 que todavía pueden tener personas atrapadas dentro.