Con la presencia del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el presidente del Senado Federal, Rodrigo Pacheco; el del Supremo Tribunal Federal (STF), Luís Roberto Barroso, y el del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, se llevó a cabo en la tarde de este lunes en el Congreso brasileño un acto en defensa de la democracia, exactamente un año después de los ataques golpistas de militantes bolsonaristas contra las sedes de los tres Poderes del Estado.

En el acto promovido por el gobierno, denominado Democracia inquebrantable, el principal orador fue el mandatario brasileño de 78 años. El líder del Partido de los Trabajadores pronunció un discurso muy potente, destacando la importancia de la unidad en defensa de la democracia y resaltando que no hay lugar para el perdón cuando se trata de atacar los pilares fundamentales del país.

Lula comenzó saludando a todos los brasileños que, superando diferencias políticas, dijeron “no” al fascismo, subrayando que sólo en democracia las diferencias pueden coexistir con la paz, de acuerdo a lo que consignó el portal Brasil 247.

El presidente recordó los traumáticos episodios de hace un año, cuando miles de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro invadieron la Plaza de los Tres Poderes de la capital brasileña, donde protagonizaron todo tipo de desmanes, causando numerosos daños materiales en los edificios oficiales, pero, más allá de eso, atentando contra la propia esencia de la democracia brasileña.

“Si el intento de golpe hubiera tenido éxito, se habría robado y destruido mucho más que ventanas, muebles, obras de arte y objetos históricos. Se habría robado y destruido la voluntad soberana del pueblo brasileño expresada en las urnas y la democracia, destruida”, dijo al respecto Lula.

“No hay perdón para nadie que ataque la democracia, su país y su propio pueblo. El perdón sonaría como impunidad. Y la impunidad sonaría como un paso seguro para nuevos actos terroristas”, agregó de manera contundente el mandatario. Lula resaltó la importancia de responsabilizar de manera ejemplar a todos aquellos que financiaron, planificaron y ejecutaron el intento de golpe. El mandatario destacó que el intento desestabilizador fue frustrado, pero llamó a la ciudadanía a estar alerta porque, según expresó, la democracia no es un sistema estático.

“Salvamos la democracia. Pero la democracia nunca está lista, necesita ser construida y cuidada todos los días. La democracia es imperfecta, porque somos humanos y, por lo tanto imperfectos. Pero todos tenemos el deber de unir fuerzas para perfeccionarla”, destacó el presidente.

Lula también abordó la relación entre la democracia y las desigualdades, afirmando que no puede haber democracia plena mientras persistan las enormes disparidades socioeconómicas que existen en Brasil, como así también el acceso pleno a los servicios públicos.

Además, el mandatario brasileño destacó la importancia de regular las redes sociales para combatir las mentiras, la desinformación y los discursos de odio que, según él, sirvieron de base y fueron fundamentales para explicar lo que sucedió el 8 de enero del año pasado.

“No hay democracia sin libertad. Pero que nadie confunda la libertad con el permiso para atacar la democracia”, sentenció Lula. Por su parte, cuando le tocó hacer uso de la palabra, Alexandre de Moraes, titular del TSE, afirmó que al no prosperar las acciones golpistas impulsadas por los militantes bolsonaristas, “ganó la democracia”, y es ella la que no “permite confundir paz y unidad con impunidad”.

De Moraes también aprovechó la ocasión para rendir homenaje a la ministra jubilada del Supremo Tribunal Federal, Rosa Weber, quien fue presidenta del tribunal durante los ataques antidemocráticos, según informó el portal Metrópoles.

El ministro De Moraes agregó: “Este 8 de enero, a un año del frustrado intento golpista, parece necesario reafirmar tres cuestiones, en relación con el pasado, el presente y el futuro. Con relación al pasado, no sólo el momento de resiliencia y fortaleza de nuestras instituciones, sino de la unión de toda nuestra sociedad en defensa de la democracia”.

“Hoy es también un momento para reafirmar por el presente que somos un solo pueblo, que los brasileños y las brasileñas deben estar en el centro de todas las instituciones. La democracia no nos permite confundir la paz y la unidad con la impunidad”, concluyó De Moraes.