Los ataques israelíes en el sur de Líbano alcanzaron este jueves a soldados de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (FPNUL), desplegada en la llamada Línea Azul, la frontera no oficial entre los dos estados.

Un proyectil disparado desde un tanque israelí en Naqoura derribó la torre de vigilancia de un cuartel en la que estaban apostados dos cascos azules, informó la FPNUL en un comunicado. El texto agregó que los ataques también impactaron en la entrada de un búnker en el que se acuartelaba una parte de estas fuerzas de paz debido a los bombardeos. Un día antes, además, fuerzas israelíes dispararon “deliberadamente” contra cámaras de vigilancia de esta misión de paz.

La FPNUL comunicó que los dos soldados heridos están hospitalizados y su estado no es grave. Pero advirtió que “cualquier ataque deliberado contra efectivos de paz es una grave violación del derecho internacional humanitario”.

“Se ha cruzado peligrosamente otra línea en Líbano: bombardeos de la fuerzas de defensa de Israel contra la ONU, cuyas posiciones son conocidas”, manifestó en sus redes sociales el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell.

Agregó que se trata de “un acto inadmisible”, para el cual “no existe justificación alguna”, y señaló que los cascos azules están desplegados allí por mandato del Consejo de Seguridad de la ONU.

Más temprano, Borrell había argumentado que la Unión Europea “no debería pasar por alto” las “acciones” que se llevan a cabo en Gaza y Cisjordania ni tampoco las “expresiones de odio hacia los palestinos” por parte de ministros israelíes, informó Europa Press. El jefe de la diplomacia de la Unión Europea reiteró la condena del bloque a los atentados cometidos por Hamas contra Israel el 7 de octubre de 2023, pero agregó que “un horror no puede justificar cualquier horror”.

El ataque a la FPNUL también fue repudiado por los gobiernos de Italia, España e Irlanda, que participan en la misión de paz. El Ministerio de Asuntos Exteriores español lo consideró “una gravísima violación” del derecho internacional y exigió “a las partes que respeten a las tropas” desplegadas por la ONU, entre las cuales hay más de 600 soldados españoles. A su vez, el principal socio del Partido Socialista Obrero Español en el gobierno de Pedro Sánchez, Sumar, pidió al Ejecutivo que emita “una declaración de embargo unilateral” contra Israel.

Guido Crosetto, el ministro italiano de Defensa, convocó de urgencia al embajador israelí en Italia, que tiene 1.200 soldados en la Finul, y le transmitió que el gobierno de Giorgia Meloni considera “inaceptable” lo ocurrido.

Los gobiernos de Italia y Francia acordaron mantener la próxima semana una reunión de países con efectivos en la FPNUL.

A su vez, Simon Harris, el primer ministro de Irlanda, recordó que los efectivos de la FPNUL “no son combatientes” y que “su papel debe ser respetado en todo momento”.

Gaza y Líbano bajo ataques

Israel no se pronunció públicamente sobre este ataque, pero sí sobre otro, que dejó 28 muertos y medio centenar de heridos en una escuela que albergaba refugiados en la Franja de Gaza. El ejército afirmó que ese edificio era un “puesto de control de operativos terroristas en Deir al Balá”.

Las autoridades de Gaza manifestaron en un comunicado que “el Ejército de ocupación era consciente de que en esta escuela había miles de niños y mujeres desplazados de sus hogares, cuyos barrios han sido bombardeados. Eligió el momento del bombardeo para que fuera el momento de máximo movimiento, en el que estos niños y mujeres se trasladaban para obtener alimento”.

Israel también bombardeó un edificio en el centro de Beirut, la capital de Líbano. Según informó la prensa libanesa, el ataque dejó 22 muertos y 117 heridos. Agregó que un sobreviviente fue el jefe de la unidad de enlace y coordinación del grupo chiita libanés Hezbolá, Wafiq Safa.

Israel detuvo a un periodista que informó sobre el ataque de Irán

El periodista independiente Jeremy Loffredo, que informó acerca de bases militares en las que supuestamente impactó el ataque iraní contra Israel del 1º de octubre, fue detenido por las autoridades israelíes, según publicaron la organización Middle East Monitor y el medio periodístico Ynet. De acuerdo con Middle East Monitor, junto a Loffredo, otros cuatro periodistas fueron “golpeados, con los ojos vendados y llevados a una base militar israelí”. Los demás fueron liberados 11 horas después, pero Loffredo no.

En una publicación en X, el periodista había acusado al gobierno israelí de minimizar el daño causado por el ataque iraní y de impedir que se difundiera su impacto, además de intentar instalar la información de que los blancos eran civiles cuando en realidad eran instalaciones militares y de inteligencia. De acuerdo con Ynet, Loffredo fue detenido como sospechoso de poner en peligro la seguridad nacional de Israel al identificar esos lugares.