Cuando apenas faltan cinco días para las elecciones presidenciales estadounidenses que se celebrarán el martes, las encuestas más recientes siguen mostrando un escenario de mucha paridad entre la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump en los estados considerados clave, principalmente Carolina del Norte, Pensilvania y Michigan.

En Carolina del Norte, la encuesta de UMass Lowell/YouGov indica que Trump tiene un 47% frente al 45% de Harris entre los votantes probables. La encuesta de CNN para este estado publicada este jueves tampoco muestra un liderazgo claro, con un 48% de los votantes probables respaldando a Harris y un 47% a Trump.

De acuerdo con la misma cadena, en Michigan, Harris obtiene un 49% frente al 45% de Trump entre los votantes probables, cifra que se encuentra dentro del margen de error de la encuesta. Mientras tanto, la encuesta de The Washington Post en Michigan también muestra un escenario de gran paridad, con un 47% para la vicepresidenta Harris y un 46% para el exmandatario.

En la encuesta de Pensilvania de UMass Lowell/YouGov el escenario también es muy cerrado, con Harris con un 48% y Trump con un 47%. Hasta este jueves, según datos recopilados por CNN, Edison Research y Catalist, más de 60 millones de ciudadanos estadounidenses ya habían emitido su voto. Esta cifra representa alrededor del 38% de los aproximadamente 158 millones de votos que se registraron en las elecciones de 2020, en las que se impuso el actual mandatario, Joe Biden.

Diez estados ya superaron el 50% de sus votos totales de 2020, empezando por Georgia, que ya superó dos tercios de los votos que se emitieron hace cuatro años. Por otra parte, de acuerdo con lo que informó el portal estadounidense Politico, Trump y su equipo de campaña están convirtiendo a Pensilvania, estado que será determinante en las elecciones, como el principal centro de acusaciones preventivas, argumentando, sin pruebas, que en ese distrito ya se está registrando un fraude electoral.

Hace pocos días, cuando los votantes en el condado de Bucks, un importante suburbio de las afueras de la ciudad de Filadelfia, tuvieron que hacer largas filas mientras intentaban solicitar y emitir boletas para votar por correo, los asesores y aliados de Trump no sólo demandaron con éxito que se extendiera el período de votación, sino que también aprovecharon la ocasión como prueba de que allí existía intimidación a los votantes.

Cuando las autoridades del condado de Lancaster, también en Pensilvania, dijeron que estaban revisando las solicitudes de registro de votantes para detectar un posible fraude, Trump afirmó falsamente que había miles de “votos falsos”. Algo similar sucedió en el condado de York, donde se recibieron miles de materiales electorales que estaban siendo revisados, los cuales, según Trump, eran “MILES de solicitudes potencialmente FRAUDULENTAS”.

En caso de que Trump no gane en Pensilvania, los casos antes mencionados podrían constituir la base de sus intentos de revertir esa pérdida, según Politico. “Pensilvania está haciendo trampa y siendo atrapada a niveles a gran escala rara vez vistos antes”, publicó Trump sin pruebas en su sitio de redes sociales el miércoles. Este jueves, siguiendo la misma línea argumental, el magnate republicano escribió: “Los sorprendimos HACIENDO GRANDES ENGAÑOS en Pensilvania. ¿Quién hubiera pensado alguna vez que nuestro país es tan CORRUPTO?”.

Pese a los dichos del expresidente, tanto los funcionarios electorales demócratas como los republicanos de Pensilvania dijeron que las elecciones en ese estado son seguras. Pero para Trump y sus aliados cada incidente que allí se registra, sin importar su magnitud, es evidencia de que existe un complot para manipular la votación en el estado más disputado del país.

“Nuestro equipo de integridad electoral ha sido notificado de casos legítimos de fraude electoral y supresión de votantes por parte de votantes reales sobre el terreno”, dijo la portavoz de la campaña de Trump, Karoline Leavitt, en un comunicado.

“Mientras los medios etiquetan estos ejemplos como teorías de conspiración, el Equipo Trump y el Comité Nacional Republicano están tomando en serio cada acusación para garantizar una elección segura para TODOS los estadounidenses, independientemente de por quién voten”, expresó Leavitt.