La expresidenta argentina Cristina Fernández y el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, conmemoraron por separado el Día de la Lealtad Peronista. El único acto público previsto era el que encabezaría Kicillof, en la ciudad de Berisso, sin otros oradores. Pero Fernández visitó de improviso la Universidad de Avellaneda, una de las tantas que están movilizadas contra los recortes de recursos dispuestos por el gobierno de Javier Milei. Allí conversó con estudiantes, egresados, docentes y trabajadores no docentes.

Según informó eldiarioAr.com, en esa universidad se eligieron días atrás los representantes de estudiantes y egresados, y la más votada fue la lista 1 Azul y Blanca, con respaldo de La Cámpora y otras organizaciones kirchneristas, mientras que fue derrotada la lista 17 Eva Perón, vinculada con el intendente Jorge Ferraresi, cercano a Kicillof.

Pese a las tensiones que existen dentro del kirchnerismo, y a que ha sufrido desplantes recientes de La Cámpora, en Berisso Kicillof dio un discurso que apostó por la unidad. Destacó las figuras de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, y defendió a la expresidenta ante las causas judiciales que enfrenta.

“Aprovecho para recordar que el 17 de octubre [de 1945] se quebró, con la movilización popular, una situación de proscripción y persecución que se le estaba aplicando al general [Juan Domingo] Perón. En pocos días, un tribunal de la vergüenza en Comodoro Py, con una causa inventada y trucha, va a querer hacer creer que Cristina es culpable en la causa Vialidad. Mentira. Basta de persecución, basta de proscripciones”, dijo.

Más adelante, en su discurso manifestó que “no estamos para dar clases”, sino para escuchar, aprender y, “después, para representar” a la gente. A continuación, agregó: “Y que nadie busque palabritas, porque si algo quiere la derecha, es vernos divididos. Nunca me van a ver buscando divisiones”.

Rodeado de decenas de colaboradores, Kicillof fue presentado por el intendente Fabián Cagliardi como “el futuro presidente de los argentinos”, y las consignas del público también pedían un gobierno encabezado por él.

El encuentro fue convocado bajo las consignas “Lealtad al pueblo” y “La patria no se vende”, y participaron representantes de organizaciones sociales, de las principales centrales sindicales y del movimiento universitario. Según estimó Cagliardi, el acto reunió a unas 50.000 personas.

Buena parte del discurso de Kicillof estuvo dedicado a criticar al gobierno de Milei, con el cual “la única libertad que avanza es la de los ricos”. Cuestionó los recortes sociales, que su gobierno provincial intenta compensar asegurando comida y medicamentos para quienes más lo necesitan, así como inversión en seguridad, dijo el gobernador. Pero aclaró que el recorte de “un tercio” del presupuesto que aplicó Milei golpeó en particular a las provincias.

Dijo que los recursos de Argentina no se producen “ni en el cielo ni en Wall Street, sino en las provincias argentinas”, y que esos recursos se entregan al gobierno para que “vuelvan en educación, en salud”, algo que no ocurre con el actual presidente.

“Basta de mentir, la casta no es el pueblo. Si querés perjudicar a la casta, fijate en la Casa Rosada, tus socios, tus amigos”, dijo. “Cada vez que gobierna la derecha nos hablan de la luz al final del túnel, del segundo semestre. Ahora se han puesto bíblicos y nos hablan de cruzar el desierto. Ya hay ganadores en el gobierno de Milei: los de la timba financiera, el saqueo de los recursos”, afirmó.

Advirtió que el gobierno promueve una política de permitir que las grandes empresas se instalen en el país “practicamente sin pagar impuestos por décadas y décadas”, y que “eso lo van a hacer con el petróleo, con el litio, con los recursos naturales”, sin “dejar nada para la gente”.

Desde el gobierno, una reacción al Día de la Lealtad Peronista llegó de parte de la vicepresidenta, Victoria Villarruel, que aprovechó la fecha para “reivindicar” a María Estela Martínez de Perón, más conocida como Isabelita, en cuyo gobierno comenzó a operar el terrorismo de Estado de la mano de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina). Villarruel se fotografió junto a Isabelita en un viaje a España, donde reside la exgobernante, y publicó esas fotos en sus redes sociales.